jueves, 31 de julio de 2008

TELE-MORBOSA EMITIENDO. NOTICIAS

Hola buenas tardes. Abrimos nuestro telediario con unas impactantes imágenes tomadas con un teléfono móvil en las que se puede ver cómo una chica de nacionalidad ecuatoriana es brutalmente golpeada por otra de nacionalidad española mientras las amigas de ésta, que grababan las imágenes con el móvil, le animaban entre risas a que la golpease más fuerte a grito de "¡mátala!" o "¡que sufra, que sufra!". Los hechos ocurrieron en la localidad madrileña de Colmenarejo, y el vídeo, gracias a Dios, ya se encuentra en manos de la policía, que ha iniciado una investigación. ¡Demos gracias a la policía!

Segundo asunto: Un hombre ha asesinado brutalmente a su mujer propinándole un total de treinta y siete puñaladas, doce en el pecho y veinticinco en el abdomen. Tenemos las imágenes en las que se puede ver, con total nitidez y una calidad espectacular, cómo ocurrieron los hechos, y hasta pueden contar las treinta y siete puñaladas que el hombre asestó a su mujer. Fuentes cercanas al lugar del crimen afirman que apenas había presencia policial en la zona, siendo ésta muy posiblemente la razón por la que ese malvado hombre ha podido cometer tal atrocidad. ¿Hubiese tenido lugar el asesinato en caso de haber habido policía? ¡Es seguro que no!

Más adelante les pondremos el vídeo, pero antes, pasemos al tercer asunto del día. Según fuentes del Ministerio del Interior, el índice de criminalidad ha ascendido en un 65% en las tres últimas semanas, y se espera que siga subiendo indefinidamente. Los asaltos a chalets y casas privadas como la suya se han triplicado, los robos con intimidación en tiendas en las que incluso usted mismo podría estar comprando se han multiplicado por diez, los hurtos se han disparado, y EXPERTOS aseguran que cada día es más peligroso salir a la calle. Ante esta situación prácticamente de caos, son cada vez más las voces que se suman a la exigencia de mayor policía en las calles para dominar la situación. ¿Acaso usted no va a sumar a esas voces la suya propia? Por supuesto, tenemos vídeos que muestran la facilidad con la que se puede cometer un crimen, la facilidad con la que se puede atentar...¡CONTRA USTED!

Seguimos con más noticias. Esta vez nos trasladamos al País Vasco, donde la banda terrorista ETA ha colocado un artefacto explosivo en una zona muy próxima a un parque infantil donde cientos de niños juegan cada día, incluso su hijo podría haber estado allí. Afortunadamente, y gracias a la actividad policial, la zona ha sido evacuada con rapidez y los únicos daños que ha habido son materiales. Pero quién sabe, quizá, si hubiese habido más policía, los malechores que han puesto la bomba estarían en prisión, y no habríamos tenido que lamentar siquiera los daños materiales. Mientras tanto, la izquierda abertzale y el movimiento pro-amnistía siguen celebrando manifestaciones impunemente, tenemos vídeos de ello. Tal vez, con más policías patrullando por la ciudad, esos sinvergüenzas entran en aquel sitio del que nunca deberán salir: la cárcel.

Mas cosas, bla...bla bla,....blaaa...

Está más que claro. El mundo es peligroso, la gente que nos rodea es peligrosa. La tele nos muestra con vídeos hasta qué punto esto es cierto. Por eso es más que necesaria la policía, para protegernos, y que no nos pueda pasar nada de nada. Con policía podremos dormir tranquilos. ¡Más policía!

EL SISTEMA FUNCIONA (POR ESO HAY QUE DESTRUIRLO)

Este sistema funciona. Entonces, si este sistema funciona, ¿por qué queremos acabar con él? Pues precisamente por eso, porque funciona. ¡Y vaya una forma de funcionar que tiene!
El sistema actual, su forma de funcionar, condena a pena de muerte a millones de personas cada año, ya sea directamente, matando por desnutrición a muchas personas en sus países de origen; ya sea indirectamente, acabando con aquellos que se ven obligados a emigrar a otro país debido a su pésima situación económica y mueren en su aventura.
El sistema actual, el hecho de ver como algo normal el que haya líderes que tomen las decisiones que afectan a millones de personas, genera guerras, genera caos, genera destrucción y muertes.
Vivimos en un sistema que tolera con una pasividad impresionante el que cada año, en España, muera una media de 1.300 trabajadores en sus puestos de trabajo.
Vivimos en un sistema que tolera que cosas tan necesarias como la salud y la educación sean mercantilizadas para la maximización del beneficio de unos pocos, mientras que miles de niños siguen en las calles buscando algo que llevarse a la boca para alimentarse, y cientos de personas mueren (en un país tan "civilizado" como EEUU) por el simple hecho de que no pueden pagar los medicamentos que curan las enfermedades que padecen.
Vivimos en un sistema que no es sostenible, porque una minoría consume la mayoría de los recursos, porque una minoría tiene la mayoría de la riqueza mundial, porque una minoría contamina la mayoría del planeta,...
Vivimos en un sistema en el que no cabemos todos, porque no hay sueldos para todos, porque los centros de producción que generan trabajo no son de todos, sino de unos pocos.
¿Cuánta gente muere en las guerras? ¿Cuánta gente es explotada fabricándonos productos que no necesitamos (o que sólo necesitamos en esta puta mierda de sistema) y que se nos rompen a los dos días para que volvamos a comprarlos, es decir, para que volvamos a engordar el bolsillo de alguien y volvamos a pagar la explotación de otra persona?
¡Por Dios! ¿Cuánta gente muere como consecuencia de este sistema? Me viene a la cabeza algo que leí en un comunicado de la Izca, que se preguntaba por qué, en el pasado, cuando la gente trataba de escapar de la Alemania comunista a través del muro, se culpaba al comunismo de la causa de todos los males; y ahora, que la gente también emigra de sus países a causa de la más que patética situación en la que este sistema les ha dejado, no se culpa al capitalismo de todos los males.
Vivimos en un sistema terrorista, un sistema que se abre paso a base de sangre, dolor y sufrimiento. ¿Qué podemos esperar de él si no más sangre, más dolor y más sufrimiento? Llegará un día en el que todo ese dolor, toda esa rabia que el sistema emite, se vuelva contra él mismo, y entonces amanecerá.
¡Claro que este sistema funciona, eso nadie lo pone en duda! Pero es que ese es precisamente nuestro problema, el problema de la humanidad: que el sistema funciona, y las consecuencias que su funcionamiento tiene. Precisamente por eso, porque funciona, queremos destruirlo. Esperamos que todo haga ¡boom!, y se empiece de nuevo. Como decía el anarquista Mijaíl Bakunin, "la pasión de la destrucción es una alegría creadora".

PD: Añado a la sección de VIDA ALTERNATIVA, la web de Internostrum, que es un traductor del castellano al catalán y del catalán al castellano. Tras haberla descubierto, estoy estudiando la posibilidad de sacar una versión de este EXILIO INTERIOR en catalán, aparte de ésta en castellano. Además, he colgado un audio de un debate entre el profesor Carlos Fernández Liria y William Cárdenas sobre Hugo Chávez. El audio corresponde al programa La Ventana, de la cadena SER, y en él se puede comprobar hasta qué punto en este país se cercena la libertad de expresión. Recomiendo fervientemente una escucha de este audio, no tiene desperdicio. También, en la sección de MIS TEXTOS FAVORITOS, he colgado Estatalizar la prensa, un artículo del mismo Carlos Fernández Liria en el que propone la institucionalización del sistema de comunicación como única posibilidad real de conseguir esa libertad de prensa tan ansiada por muchos. Por último, en la sección de CONTRAINFORMACIÓN, he colgado la web de la Izca (Izquierda Castellana), donde puede leerse, por cierto, el texto del que he hablado en esta entrada.

lunes, 28 de julio de 2008

TRANSPORTE PÚBLICO VS. TRANSPORTE PRIVADO

Dos personas, padre e hijo, en un coche. El padre le está hablando al hijo:
-Pues sí, hijo, lo de tener coche es toda una comodidad.
-¿Comodidad, papá?
-Pues claro. Mira todos esos “pringaos” en transporte público. “Que si me cojo el metro hasta la parada nosequé, que si hago un transbordo en la parada nosecuantos, que si luego cojo un bus que me lleva hasta nosedonde”,…¡bah! Lo bueno está en el transporte privado, hijo, tú no te dejes engañar. Mira, ahora mismo: te estoy llevando a casa de tu abuela en un plique, tranquilamente, y enseguida estás allí. Sin embargo, si no tuviésemos coche…¡Ay si no tuviésemos coche! Tendríamos que, para empezar, comprar el billete de bus, que eso ya es una pasta, cada año sube más y más. Mira todos esos “pringaos”, gastándose el dinero en comprar billetes de bus, de metro, y de pollas en vinagre. ¡Nada, nada! Nosotros aquí, sin dejarnos un duro en billetitos de mierda. Y tirando como unos campeones, sin transbordos ni nada. Porque esa es otra: ¿qué me dices de todos esos sitios a los que los transportes públicos no pueden llegar? Si no tienes coche ya me dirás tú cómo los visitas. Pero mira nosotros, con el coche podemos llegar a donde nos dé la gana. Movilidad, eso es lo que te da el coche, hijo, movilidad. ¿Cómo haces un viaje familiar de setecientos kilómetros si no tienes coche? La abuela, la parienta, los niños, el equipaje, esto, lo otro,…¡¿dónde los metes?! ¿Vais ahí todos metidos en el bus? ¡Nada, nada! Movilidad. El coche te da movilidad. Movilidad y economía, porque, como ya te he dicho antes, aparte de que te ofrece la comodidad de poder desplazarte muy gustosamente, no te tienes que gastar el dinero en billetes, al contrario que ocurre con el transporte público.
-¿Movilidad y economía entonces, papá?
-Sí hijo, movilidad y economía.
-¿Cuánto tiempo llevamos parados en este atasco y cuánto nos hemos gastado ya en gasolina, papá?
-Llevamos dos horas aquí parados y llevamos gastado 250 € en gasolina, más lo que nos queda, ¿por qué?
-Por nada, papá, por nada…


Y, por si fuese poco, utilizando el transporte público se contamina muchísimo menos que con el transporte privado.


PD: Añado a la sección de CONTRAINFORMACIÓN la web de En lucha, una página anticapitalista con material muy interesante. También, en la sección de VÍDEOS Y DOCUMENTALES, pueden verse tres nuevos vídeos. Uno de ellos es Sicko, de Michael Moore, quien se dice que es el segundo enemigo de Bush después de Bin Laden. En este documental, Moore ataca ferozmente el sistema de sanidad estadounidense. Otro es De luto visten los héroes, que denuncia las actividades del gobierno narcoterrorista de Álvaro Uribe en Colombia, en concreto la incursión en el territorio ecuatoriano. Por último, también he colgado más vídeos de Cubainformación sobre diversos temas.

jueves, 24 de julio de 2008

PIOTR KROPOTKIN. Las prisiones.

El ideal de nuestras prisiones fuera un millar de autómatas levantándose y trabajando, comiendo y acostándose por medio de corrientes eléctricas producidas por un solo guardián.
(...)
En lugar de curar las enfermedades, la medicina actual trata de evitarlas. Y todos nosotros conocemos los inmensos resultados obtenidos de este modo. La higiene es el
mejor de los médicos.
Pues bien, lo propio hemos de hacer en lo que atañe a ese fenómeno social que aun se llama crimen, pero que nuestros hijos llamarán enfermedad social.Evitar esta enfermedad será la mejor de las curaciones.
(...)
Cuando hay barrios enteros en los que cada casa le recuerda a uno que el hombre continúa siendo animal, aun cuando oculte su animalidad bajo cierto aspecto; cuando el lema es ¡Enriqueceos! ¡Aplastad cuanto encontréis a vuestro paso, buscad dinero por todos los medios, excepto por el que conduce ante un tribunal! Cuando todos, del obrero al artesano, oyen decir todos los días, que el ideal es hacer trabajar a los demás y pasar la vida holgando; cuando el trabajo manual es despreciado, hasta el punto de que nuestras clases directoras prefieren hacer gimnasia a tomar en la mano una sierra o una pala; cuando la mano callosa es considerada señal de inferioridad, y un traje de seda significa superioridad; cuando, por último, la literatura sólo sabe desarrollar el culto de la riqueza y predicar el desprecio al utopista y al soñador que la desdeña; cuando tantas causas trabajan para inculcarnos instintos malsanos, ¿quién es capaz de hablar de herencia? La sociedad misma fabrica a diario esos seres incapaces de llevar una vida honrada de trabajo, esos seres imbuidos de sentimientos antisociales. Y hasta los glorifica cuando sus crímenes se ven coronados por el éxito, enviándoles al cadalso o a presidio cuando lo hicieron mal.
He aquí las verdaderas causas de los actos antisociales en la sociedad. Cuando la revolución haya completamente modificado las relaciones del Capital y del Trabajo; cuando no haya ociosos y todos trabajemos, según nuestras inclinaciones, en provecho de la comunidad; cuando el niño haya sido enseñado a trabajar con sus brazos, a amar al trabajo manual, mientras su cerebro y su corazón adquieran el normal desarrollo, no necesitaremos ni prisiones, ni verdugos, ni jueces.
El hombre es un resultado del medio en que crece y pasa la vida.

ADOCTRINAMIENTO

Adoctrinamiento. Es una palabra con la que la gente se llena la boca. Los objetores a EpC dicen que Zapatero quiere “adoctrinar” a los niños mediante esa asignatura, los antisistema dicen que en las escuelas se “adoctrina” a la población para que asuman la necesaria existencia del poder, los progres dicen que en las clases de religión se “adoctrina” a los chavales para que asuman los dogmas del catolicismo,…Adoctrinamiento es la palabra.

Los medios de comunicación también adoctrinan a su manera. Cuando un jueves a las nueve de la noche ponemos Cuatro y escuchamos a Gabilondo echarle flores a ZP, podemos apreciar cómo se adoctrina a la sociedad para que tenga una visión de Zapatero determinada; y cuando por las mañanas ponemos la COPE y escuchamos a Federico Jiménez Losantos echarle otras cosas a ZP que distan mucho de ser flores, también notamos cierto adoctrinamiento hacia las masas. De otro color si se quiere, pero adoctrinamiento igual.
En general los medios de comunicación “del poder”, por decirlo de alguna manera, adoctrinan a las masas para que acepten las premisas que los poderosos establecen. ¿Pero y los medios de contrainformación, es decir, los que ofrecen una visión alternativa de la realidad que, por lo general, suele ser crítica con el poder? ¿No están también “adoctrinando” a las masas en cierta manera? El objetivo de su adoctrinamiento es muy distinto del adoctrinamiento del poder, pero es adoctrinamiento igual, es decir, una información que no se te ofrece con el simple fin de que seas consciente de la realidad que te rodea, sino que persigue crear en ti una reacción, bien sea reírle las gracias al poder, bien sea tocarle los cojones a éste.

Conozco un chaval que comentó a sus colegas que, el día que tuviese un hijo, le educaría dentro de los valores anarquistas. Enseguida sus colegas le empezaron a acusar de adoctrinador, todos pregonaban que debería dejar al chaval elegir su opción política. Algunos de los colegas de este buen amigo mío eran votantes de partidos distintos respecto de sus padres, es decir, podría parecer a simple vista que habían tenido libertad a la hora de elegir su opción política y no habían sido adoctrinados por sus padres en ninguna dirección. Pero claro, si bien es cierto que habían elegido sus opciones políticas con total libertad, también lo es que esas opciones políticas se desarrollaban exclusivamente dentro de un marco determinado, existiendo otro marco aparte que tenían prohibido. Ese marco era lo que ellos llamaban “democracia”, y los que se movían dentro de ese marco eran los llamados “demócratas”. Así pues, ninguno de esos colegas se declaraba a favor de la actividad de ETA, ninguno cuestionaba la autoridad de la policía, todos ellos afirmaban con total rotundidad que vivían en un país democrático y que se sentían libres. Aunque sus padres les habían permitido elegir bando político con total libertad, los colegas de mi buen amigo habían crecido en un entorno en el que cada vez que ETA asesinaba a alguien se podía respirar un ambiente de tristeza en la casa, en el que cada vez que se tenía un problema con algún vecino o con cualquier otro ciudadano se recurría a la policía para que tomase cartas en el asunto y estableciese una solución, en un entorno en el que los medios de comunicación repetían hasta la saciedad que España era un país democrático mientras que otros países como Cuba o Venezuela no podían presumir de lo mismo, en un entorno en el que se les mostraba cada dos por tres cómo vivían los niños de otros países, esclavizados en las minas, y lo afortunados que ellos eran por no estar en esa misma situación. Es decir, se les estuvo adoctrinando, no para que escogiesen una opción político-religiosa concreta dentro de un campo de elección, sino para que sólo escogiesen un campo de elección determinado. Dentro de ese campo, podían escoger lo que les diese la gana, nadie les iba a reprochar para nada su elección. Ahora bien, como saliesen de ese campo y se atreviesen a optar por “el campo prohibido”, podían estar seguros de que sufrirían un gran rechazo por parte de los que estaban a su alrededor. Podrían haberles explicado que ETA es una banda que comete atentados por causas políticas, explicándoles la historia del pueblo vasco y su conflicto y qué es lo que reivindican los abertzales; pero se les presentó como una simple banda de matones que matan porque sí. Podrían haberles explicado que, en muchos casos, la policía “se pasa de la raya” con los detenidos y les somete a torturas violando los derechos humanos de una forma totalmente sádica, y que hay gente que cuestiona la existencia de la policía explicándoles en qué se basan estos “cuestionadores” para cuestionarla; pero les presentaron a la policía como una suerte de héroes que vendrán a ayudarnos cuando “los malos” (también les enseñaron que los malos eran aquellos que optaban por el “campo prohibido” antes mencionado) vengan a atacarnos. Podrían haberles explicado que hay quien cuestiona la actual “democracia” y reclama la democracia directa en su lugar, diciéndoles que se podría contemplar la organización de la sociedad de abajo a arriba, donde las decisiones importantes fuesen tomadas en asambleas vecinales y obreras; pero sólo les mostraron la democracia que tenían ante ellos, esa democracia en la que 350 personas “elegidas” por el pueblo (entrecomillo “elegidas” porque las listas siguen siendo cerradas) se reúnen en un hemiciclo en “representación suya” (entrecomillo de nuevo porque de todos es sabido que el poder JAMÁS tomará una decisión en favor del pueblo si ésta contraviene los intereses de las multinacionales) a tomar las decisiones que al pueblo mismo van a afectar. Podrían haberles explicado el concepto “libertad” como aquella condición en la que puedes tomar las riendas de tu vida sin que nadie interfiera en ella, pero les enseñaron que la libertad consistía en decir lo que quisieses sin que te pegasen (véase esta antigua entrada). Es decir, les mostraron las cosas parcialmente, desde un punto de vista concreto: les adoctrinaron. No podemos culpar a los padres de ello; al fin y al cabo, la visión del mundo que éstos ofrecían a sus hijos no era más que el resultado de aquella que ellos habían recibido de sus padres (los abuelos), y la de éstos también venía conformada por sus padres (los bisabuelos), y la de éstos igual, y así sucesivamente.
Sus padres también les adoctrinaron a ellos dentro de los principios demócratas, por lo que no tiene ningún sentido que sean ellos precisamente los que acusen a su amigo de adoctrinador por pretender educar a su hijo dentro de los valores anarquistas.

¿Por qué no aceptarlo? Estamos adoctrinados. Se nos ha adoctrinado desde pequeños. Nuestros padres, profesores, curas, medios de comunicación, nuestro entorno,…TODO nos ha adoctrinado. Todo ha influido en nosotros con vistas a que actuemos de una determinada manera. Y aunque nos llenemos la boca diciendo que a nuestro hijo nunca le vamos a adoctrinar, y le vamos a dejar que elija lo que él quiera, no será así. Le adoctrinaremos como el que más. Todos tenemos un modelo de perfección en nuestra mente, y será el que tratemos de plasmar en nuestros hijos, así será como les adoctrinemos.

Llegando pues, a la conclusión de que todo el mundo nos va a adoctrinar, no tiene sentido, por ejemplo, elegir los medios de comunicación en función de si son fiables o no, en función de si son objetivos o no lo son. ¡Claro que no son fiables, y mucho menos objetivos! Sabiendo que nos van a adoctrinar, nuestro criterio a la hora de elegir los medios debe ser otro distinto a la objetividad y a la fiabilidad. Se me ocurre que podría ser el interés que cada medio defiende, es decir, ver cuáles son nuestros intereses, ver cuáles son los intereses de los medios y, a partir de ahí, elegir aquél que más nos convenga. Es algo parecido a cuando eliges un abogado. Llegado el juicio, tú no quieres que tu abogado sea objetivo, a ti la objetividad en esas circunstancias te da más bien igual, lo que quieres es que te defienda. Y si para eso tiene que mentir, que mienta, eso es lo de menos. Lo importante es que te saque de esa por cualquier medio, la objetividad que tenga tu abogado respecto a los hechos te importa tres cojones. Pues con los medios debe ser algo parecido. Elijamos los medios que defiendan nuestro interés. Punto.

Esto que he escrito puede parecer una burrada, un asesinato del pensamiento crítico. Quizá lo sea, no seré yo el que lo niegue, pero, los que así penséis, haceos la siguiente pregunta: ¿Quién asesina más al pensamiento crítico: aquél que ELIGE LOS MEDIOS que defienden sus intereses, o aquél que ES ELEGIDO POR LOS MEDIOS para defender los intereses de éstos últimos?
Lo cierto es que esta última pregunta que he lanzado carece completamente de sentido porque, ¿quién me dice a mí que yo no “he sido elegido” por los medios para defender los intereses de éstos? Lo dicho: adoctrinamiento.


PD: Añado a la sección de VÍDEOS Y DOCUMENTALES el documental de La Historia de las Cosas, bastante crítico con el sistema capitalista. También, en la sección de MIS TEXTOS FAVORITOS he colgado algunos textos publicados en insurgente.org acerca de Colombia, y críticos con el Gobierno de Uribe.

La foto ha sido cogida de aquí.

sábado, 19 de julio de 2008

ERRICO MALATESTA. Entre Campesinos.

Los que no trabajan y no han trabajado nunca, hablan siempre en nombre del trabajo.
Ahora, ¿cómo se produce y quién ha producido la tierra, los metales, el carbón, las piedras y otras cosas semejantes? Estas cosas, las haya hecho Dios o existan por obra espontánea de la naturaleza, lo cierto es que todos, al venir al mundo, las hemos encontrado; por tanto deberían servir para todos. ¡Qué dirías si los amos se quisieran apoderar del aire para aprovecharlo ellos y darnos a nosotros sólo una pequeña parte y de la más maloliente, haciéndola pagar con sacrificios
y sudores? La única diferencia entre la tierra y el aire es que han hallado para la tierra el modo de apoderarse de ella y dividirla entre ellos, y para el aire no; pues si encontrasen el medio, harían con el aire lo que han hecho con la tierra.

(...)

Pepe.- Pero para seguir adelante con este sistema se necesitaría que todos trabajáramos con buena voluntad, ¿no es verdad?
Jorge.- Ciertamente.
Pepe.- ¿Y si hay quien quiere vivir sin trabajar? El trabajo fatigoso es duro y no gusta ni siquiera a los perros.
Jorge.- Confundes la sociedad actual con la sociedad de despuésde la revolución. La fatiga, has dicho, no gusta siquiera a los perros; pero, ¿sabrías estar el día entero sin hacer nada?
Pepe.- Yo no, porque estoy acostumbrado al esfuerzo, y cuando no tengo nada que hacer, me parece que las manos me sobran; pero hay tantos que se estarían todo el día en la taberna jugando a las cartas o en la plaza tomando el sol...
Jorge.- Hoy sí; pero después de la revolución no puede suceder, y te diré por qué. Hoy el trabajo es penoso, mal pagado y despreciado. Hoy quien trabaja debe matarse de fatiga, muere de hambre y es tratado como una bestia. Quien trabaja no tiene ninguna esperanza y sabe que irá a parar a un hospital, si no concluye en la cárcel; no puede ayudar a su familia no goza nada en la vida y sufre continuos maltratos y humillaciones. El que no trabaja, por el contrario, goza de todas las comodidades posibles y es apreciado y estimado; todos los honores, todas las diversiones son para él. Aun entre los mismos trabajadores, sucede que el que trabaja menos y hace las cosas menos penosas, gana mucho más y es mucho más apreciado. ¿Que extraño es que la gente trabaje de mala gana y si puede no deje escapar la ocasión de no trabajar?
Si al contrario, el trabajo se efectuara en condiciones humanas, por un tiempo racionalmente corto, con ayuda de las máquinas, en condiciones higiénicas; si el trabajador supiese que trabajaba por el bienestar de todos, de su familia y de los demás hombres; si el trabajo
fuese la condición indispensable para ser apreciado en la sociedad, y el ocioso fuese señalado al público desprecio, como sucede hoy con los espías y encubridores, dime, ¿quién sería el que querría renunciar al placer de sentirse útil y amado, para vivir en la inercia, que además es
tan dañosa a nuestro cuerpo y a nuestra moral?
Hoy mismo, salvo algunas raras excepciones, todos sienten una repugnancia tan invencible como instintiva por el de espía. Y, sin embargo, haciendo estos degradantes oficios, se gana mucho más que cavando la tierra, .se trabaja poco o nada y se es, más o menos indirectamente, protegido por la autoridad; pero son cargos infames, señales de una profunda abyección moral, y porque no producen sino dolores y males, casi todo el mundo prefiere la miseria antes que la infamia. Cierto que hay excepciones, hombres débiles y corrompidos que prefieren la infamia; sin embargo, se trata de escoger entre la infamia y la miseria. ¿Pero quién sería el desgraciado que escogería una vida infame y dificultosa, cuando trabajando tuviese asegurado el bienestar y la estimación pública?. Si este hecho se produjese, sería tan contrario a la índole normal del hombre, que debería considerarse y tratarse como un caso de locura cualquiera.
No lo dudes, no; la pública reprobación contra el ocio no faltaría ciertamente, porque el trabajo es la primera necesidad de una sociedad, y el ocioso no tan sólo haría daño a todos viviendo del producto de los demás, sin contribuir, sino que rompería la armonía de la nueva sociedad y sería el elemento de un partido de descontentos que desearía volver al punto de partida, al pasado. Las colectividades son como los individuos: aman y veneran todo lo que es o creen útil, odian
y desprecian lo que saben o creen dañoso. Pueden engañarse y aun se engañan a menudo; pero en el caso que citamos, el error no es posible, porque es demasiado evidente que quien no trabaja, come y bebe a costa de los demás, y, por consiguiente, perjudica a todos.
Haced la prueba uniéndoos en sociedad con otros para efectuar un trabajo en común y dividir el producto en partes iguales; tendríais consideraciones para con el débil o el incapaz, pero al que pudiendo no quisiera trabajar, le envolveríais en un desprecio y en una vida tan
dura que, o bien os dejaría o le entrarían seguramente ganas de trabajar.
Esto es lo que sucederá en la gran sociedad siempre que la ociosidad voluntaria de algunos pueda producir un daño sensible. Además, al fin y al cabo, cuando no se logran adelantar a causa de
aquellos que no quieren trabajar, cosa que yo creo imposible, el remedio estaría pronto buscado; se expulsaría de la comunidad: y así, reducidos al solo derecho de poseer las primeras materias y los instrumentos de trabajo, estarían obligados a trabajar si quisieran vivir.

Obra completa aquí.

martes, 15 de julio de 2008

ELIGE EN LIBERTAD

El otro día, iba con dos colegas por la calle y nos cruzamos con un cartel que anunciaba unas clases de golf para el verano. Uno de mis colegas le dijo al otro: "oye, pues nos podríamos apuntar", a lo que el otro contestó "pues la verdad es que sí". El que se apunten o no da igual para el tema que pretendo tratar ahora, no sé si al final recibirán esas clases de golf o no. El caso es que cuando mi colega le "propuso" (más adelante explicaré el entrecomillado) apuntarse a mi otro amigo, me asaltaron preguntas del tipo: ¿Realmente elegimos en libertad? ¿Realmente hacemos lo que queremos? ¿O más bien hacemos lo que queremos de entre lo que nos ofrecen, es decir, hacemos lo que quieren que hagamos?
A simple vista, podría parecer que mi colega "quiso" apuntarse a esas clases de golf, pero, en verdad, ¿qué hubiese pasado si nunca nos hubiésemos cruzado con ese cartel? ¿Habría querido mi colega apuntarse a clases de golf? La respuesta es NO. Me atrevo incluso a decir que jamás se le hubiese pasado por la cabeza. Sin embargo, fue ver el cartel, y ya, como por arte de magia, le entró un antojo de dar clases de golf, como si fuese lo que siempre había querido durante toda su vida, y ahora por fin tenía la oportunidad de llevarlo a cabo.

Desengañémonos, hacemos lo que hacemos, no porque queramos, sino porque nos han dicho que lo hagamos. Nos ofrecen un conjunto de posibilidades, y elegimos una de entre todas. Con libertad, sí, pero tras haber pasado por un filtro que "alguien" ha puesto. La pregunta que se nos plantea es: "De entre todas estas cosas, ¿qué quiero hacer?", cuando en realidad, si de verdad eligiésemos y viviésemos en libertad, la pregunta sería más bien esta: "¿Qué quiero hacer?", sin lo anterior.
Nuestro ocio, lo que "queremos" hacer, no es lo que queremos realmente; es lo que nos han dicho que "podemos querer". Al presentarnos sólo unas pocas posibilidades donde elegir, nos están ocultando otras tropecientasmil que también podríamos escoger. Por eso al principio del texto he entrecomillado la palabra "propuso", porque en realidad mi amigo no propuso nada de nada, no fue una idea que le surgió en exclusiva a él, sino que alguien ya se lo había dado propuesto.

Como en realidad todo lo que hacemos no lo hacemos libremente, el ser humano se ve obligado a hacer cosas de forma realmente libre, esto es, que no se lo hayan propuesto hacer, que se le haya ocurrido a sí mismo por voluntad propia. Por ejemplo, de entre todas las cosas que a través de los medios se les propone a los jóvenes para dedicar su ocio, hay una que no se les ha propuesto y que, curiosamente, la inmensa mayoría de los jóvenes hace: el botellón. En ningún medio de comunicación se anima a los jóvenes a hacer botellón, más bien al contrario. Sin embargo, es raro el joven que alguna vez no haya estado en algún botellón. ¿Por qué? Mi teoría es esa, que es lo único que pueden elegir hacer libremente, sin que nadie les haya dicho/propuesto que lo hagan.

Antes he hablado de clases de golf, pero pasa con todo. Desde esa bolsa de pipas que compras en el chino hasta ese cochazo tan lujoso que adquieres en el concesionario, pasando por ese viaje a tomar por culo que has visto anunciado en esa agencia de Halcón Viajes. Todo lo que haces porque "quieres" hacerlo no lo haces libremente, sino que alguien te lo ha propuesto. Si de verdad pretendes hacer aquello que quieres, apaga la tele, el pc, la radio, cierra el periódico, mira a la gente con la que te cruces a los ojos y pregúntate "¿qué quiero hacer"? Una vez tengas la respuesta, hazlo.
PD: La foto está sacada de aquí.

lunes, 14 de julio de 2008

ES MÁS FÁCIL CRITICAR A LA IZQUIERDA QUE A LA DERECHA

Es más fácil criticar a alguien de izquierdas que a alguien de derechas. Con respecto a la sociedad, la izquierda es revolucionaria mientras que la derecha es conservadora, es decir, la izquierda quiere cambiar las cosas mientras que la derecha prefiere que se queden como están.
El querer cambiar la sociedad lleva a la izquierda a adoptar un comportamiento determinado, para el cual, por cierto, se requiere una cierta responsabilidad. Nada que ver con la derecha que, puesto que está conforme con el orden de cosas actual, simplemente se deja llevar por los acontecimientos, sin mostrar ningún interés por cambiar nada y sin ningún comportamiento que requiera una cierta responsabilidad. Por ejemplo, un izquierdista anti-globalización asume la responsabilidad de no beber Coca-Cola, no comer en un Burger King, no llevar ropa Nike; mientras que un tipo de derechas bebe Coca-Cola, come en Burger Kings y lleva ropa Nike sin ningún problema, ya que está a favor del orden social que produce Coca-Colas, Burger Kings y ropa Nike.

¿Qué ocurre? Que es muy difícil, por no decir imposible, vivir completamente, al cien por cien, al margen de esa sociedad que pretendes cambiar cuando es precisamente en esa sociedad en la que vives y en la que te desenvuelves, cuando es precisamente en esa sociedad donde tienes a tu familia, tus amigos y muchas de las cosas que te gustan. Si estás viviendo en una sociedad infecta (a juicio tuyo), es prácticamente imposible que, al menos en parte, no te acabes infectando tú también. La izquierda es quien reconoce esa infección en esta sociedad, es quien pretende acabar con esa infección y es también quien, por mucho que pese, se acaba infectando también en parte. La derecha, por el contrario, no ve infección alguna en la sociedad, por lo que a su juicio no está infectada en absoluto; está de lo más pulcro, y si se infecta, será únicamente a ojos de la izquierda, pero nunca a ojos propios, por lo que en ese sentido se podría decir que le da igual infectarse, o sea, le da igual llevar ropa Nike sabiendo que la ha fabricado un niño explotado.
A la izquierda no le da igual, pero he aquí el quid de la cuestión: no puede evitar infectarse, no puede evitar en algún momento de su vida beber una Coca-Cola, es decir, no puede evitar en un momento u otro no ser muy acorde con sus ideas, por lo que es aquí donde se le va a atacar, en la fácil contradicción entre sus ideas y sus acciones.

Por eso es más fácil criticar a la izquierda. Porque, a pesar de promover la "desinfección" de la sociedad mediante determinadas acciones, lógicamente se ve obligada a desenvolverse en una sociedad infecta, lo que le llevará inevitablemente a una infección parcial. Es como si un ama de casa está limpiando un retrete lleno de mierda diciéndoles a sus niños que deben ser más limpios y tratar de ensuciar lo menos posible. Obviamente, el ama de casa se está ensuciando al limpiar la mierda del retrete, y los niños le podrían decir algo así como que "tú, mamá, mucho hablar de que tenemos que ser limpios pero mira lo sucia que estás". A lo que la madre, enfurecida como una Hidra contestaría: "¡Pues claro que estoy sucia, como que estoy limpiando un retrete lleno de mierda, lo raro sería que no me ensuciase absolutamente nada!". Con la crítica a la izquierda pasa algo parecido. Basta que una persona que se dice de izquierdas se compre un móvil nuevo, o un reproductor de música chulo para que enseguida salte algún listo (similar al del que hablé en esta entrada) con el discursito de "mucha izquierda y mucha hostia pero tienes un mp3 de nosecuantos GB".

Lo cierto es que la crítica a la izquierda se hace desde una posición muy cómoda. Es muy fácil criticar a alguien que lleva un modo de vida comprometido cuando a la mínima comete un error (como el izquierdista que bebe Coca-Cola), pero desde luego que es más complicado criticar a alguien que vive en un error continuo (el típico facha). Porque ¿dónde le criticas, si cada cosa que dice/hace está mal? Digamos que, al vivir en un error continuo, es más difícil identificar el error en sí; mientras que, como en el caso del izquierdista que bebe Coca-Cola, cuando se lleva un modo de vida ejemplar y se comete un error, éste es detectado enseguida. Por eso los errores de la izquierda se identifican mejor, y por eso es mucho más fácil criticar a la izquierda que a la derecha.
PD: La foto está sacada de aquí.

SI TENEMOS QUE ESPERAR A QUE HAYA DEMOCRACIA...

Uno de los argumentos que he escuchado contra la celebración del referéndum por la independencia del País Vasco es que "mientras haya violencia (de ETA, se entiende), ningún referéndum debe celebrarse".
Me parece un tanto estúpido, la verdad. ¿Qué tiene que ver el que ETA mate con la celebración o no-celebración del referéndum de autodeterminación?. ¿No habíamos quedado en que los delincuentes de ETA no eran delincuentes políticos? Al menos eso dicen los "demócratas de toda la vida" cada vez que la Izquierda Abertzale habla de "presos políticos" en el Estado español, que "en España no hay presos políticos". Si, como ya digo, los etarras son delincuentes sociales, las razones que nos deben llevar a no celebrar el referéndum no pueden distar mucho de aquellas que utilizaríamos para rechazar la consulta mientras los maltratadores vascos sigan pegando a sus mujeres, mientras los niños vascos sigan practicando bulling a los demás niños, mientras los ladronzuelos vascos sigan pegando tirones a los bolsos de las viejecitas vascas,...Pero, mira tú por donde, si los etarras están por ahí campando a sus anchas, el referéndum no se debe celebrar. ¿Por qué con maltratadores de mujeres, abusones y roba-bolsos sí se puede convocar el referéndum (según el argumento inicial, ¡ojo!; que hay otras razones de naturaleza jurídica que explican por qué no se puede celebrar), y con etarras no? ¿No será que, por mucho que pese e inconscientemente, en la mente de cada español los etarras son considerados "delincuentes políticos" al fin y al cabo? Es que si aceptamos que los etarras son delincuentes políticos, las cosas cambian bastante. Para empezar, se caería como un castillo de naipes toda esa verborrea de los todólogos que promulga a los cuatro vientos que "en España no hay presos políticos". Tendrían que aceptar que el conflicto vasco es un conflicto político, por lo que en él cabe una "negociación política" (otra expresión que da diarrea a los "demócratas de toda la vida"), y más de uno encontraría razones para meterse por el culo las pancartitas de "Negociación política: en mi nombre NO".

Hay quien dice que el referéndum por la autodeterminación no se debería celebrar porque en el País Vasco "no hay democracia, y no hay libertad" (de nuevo en alusión a la persistencia de la violencia de ETA). ¡Caramba! Debe ser que el 14-M de 2004, cuando se celebraron las elecciones que ganó el PSOE había mucha democracia y mucha libertad; debe ser que desde que Paco murió en el 75, siempre, en todo momento, ha habido libertad y democracia. En definitiva, desde 1975 y la posterior aprobación de la Constitución en el 78, vivimos en una democracia y una libertad totales, vivimos, como diría Homer, en el país de la piruleta, donde todo es de color de rosa y los pájaros cantan, y todo el mundo es feliz de la muerte porque todo es muy divino. Sin embargo, todo este paraíso democrático de la bienaventuranza caramelizada que es España, se ve amenazado por unas terribles nubes grises que amenazan tormenta y que huelen a vasco. Todo en España va bien, menos una cosa: "El problema vasco". Ese es, después de todo, el mensaje que subyace tras toda esa palabrería tan democrática, que el único problema que tiene el Estado español actualmente es la cuestión vasca.

Miren señores, si para celebrar una consulta popular tenemos que esperar a que haya democracia y libertad en estado puro, ¡vamos listos! Por tanto, no pongan el grito en el cielo cada vez que se les hable de celebrar un referéndum de autodeterminación, porque entonces yo también podría exigir que no se celebren elecciones generales mientras haya skin-heads manifestándose impunemente por las calles, mientras exista un sistema y una clase política arrodillados ante las multinacionales, mientras haya un jefe de Estado impuesto por un dictador, mientras se violen los derechos humanos de forma tan lamentable en las comisarías y cárceles del Estado, etcétera. ¿Que no hay democracia en el País Vasco? Desde luego que no la hay; pero ni en el País Vasco ni en ningún lado. La democracia sí que es una utopía.
PD: La foto está extraída de aquí.

sábado, 12 de julio de 2008

BOB BLACK. La abolición del trabajo.

Los liberales dicen que deberíamos acabar con la discriminación en los empleos. Yo digo que deberíamos acabar con los empleos. Los conservadores apoyan leyes del derecho-a-trabajar. Siguiendo al yerno descarriado de Karl Marx, Paul Lafargue, yo apoyo el derecho a ser flojo. Los izquierdistas favorecen el empleo total. Como los surrealistas -- excepto que yo no bromeo -- favorezco el desempleo total. Los Trotskistas agitan por una revolución permanente. Yo agito por un festejo permanente. Pero si todos las ideólogos defienden el trabajo (y lo hacen) -- y no sólo porque planean hacer que otras personas hagan el suyo -- son extrañamente renuentes a admitirlo. Hablan interminablemente acerca de salarios, horas, condiciones de trabajo, explotación, productividad, rentabilidad. Hablarán alegremente sobre todo menos del trabajo en sí mismo. Estos expertos que se ofrecen a pensar por nosotros raramente comparten sus ideas sobre el trabajo, pese a su importancia en nuestras vidas. Discuten entre ellos sobre los detalles. Los sindicatos y los patronos concuerdan en que deberíamos vender el tiempo de nuestras vidas a cambio de la supervivencia, aunque regatean por el precio. Los Marxistas piensan que deberíamos ser mandados por burócratas. Los anarco-capitalistas piensan que deberíamos ser mandados por empresarios. A las feministas no les importa cuál sea la forma de mandar, mientras sean mujeres las que manden. Es claro que estos ideo-locos tienen serias diferencias acerca de cómo dividir el botín del poder. También es claro que ninguno de ellos tiene objeción alguna al poder en sí mismo, y todos ellos desean mantenernos trabajando.
Debes estar preguntándote si bromeo o hablo en serio. Pues bromeo y hablo en serio. Ser lúdico no es ser ridículo. El juego no tiene que ser frívolo, aunque la frivolidad no es trivialidad: con frecuencia debemos tomar en serio la frivolidad. Deseo que la vida sea un juego -- pero un juego con apuestas altas. Quiero jugar para ganar.
La alternativa a trabajar no es el ocio sólamente. Ser lúdico no es ser estático. Aunque valoro el placer de la pereza, nunca es mas satisfactoria que cuando sirve de intermedio entre otros placeres y pasatiempos. Tampoco promuevo esa válvula de seguridad disciplinada y gerenciada llamada "tiempo libre"; nada de eso. El tiempo libre es no trabajar por el bien del trabajo. El tiempo libre es tiempo gastado en recobrarse del trabajo, y en el frenético pero inútil intento de olvidarse del trabajo. Mucha gente regresa de sus vacaciones tan agotada que desean volver al trabajo para descansar. La diferencia principal entre el tiempo libre y el trabajo es que al menos te pagan por tu alienación y agotamiento.No estoy jugando a las definiciones. Cuando digo que quiero abolir el trabajo, me refiero justo a lo que digo, pero quiero decir a lo que me refiero definiendo mis términos de formas no idiosincráticas. Mi definición mínima del trabajo es labor forzada, es decir, producción impuesta. Ámbos elementos son esenciales. El trabajo es producción impuesta por medios económicos o políticos, por la zanahoria o el látigo (la zanahoria es sólo el látigo por otros medios). Pero no toda creación es trabajo. El trabajo nunca es hecho por amor al trabajo mismo, sino para obtener un producto o resultado que el trabajador (o, con mas frecuencia, alguien más) recibe del mismo. Esto es lo que el trabajo debe ser. Definirlo es despreciarlo. Pero el trabajo es usualmente peor de lo que indica su definición. La dinámica de dominación contenida por el trabajo tiende a desarrollarse con el tiempo. En las sociedades avanzadas e infestadas de trabajo, incluyendo todas las sociedades industriales, capitalistas o "comunistas", el trabajo siempre adquiere otros atributos que lo hacen aún más nocivo.
(...)
Encuentras el mismo tipo de jerarquía y disciplina en una oficina o fábrica que en una cárcel o monasterio. De hecho, como Foucault y otros han mostrado, las cárceles y las fábricas surgieron casi al mismo tiempo, y sus operadores copiaron conscientemente las técnicas de control de unas y de otras. Un trabajador es un esclavo de medio tiempo. El jefe dice cuándo llegar, cuándo irse, y qué hacer entre los dos. Te dice cuánto trabajo hacer y qué tan rápido. Puede llevar su control hasta extremos humillantes, regulando, si le da la gana, las ropas que llevas o qué tan a menudo puedes ir al baño. Con unas pocas excepciones, puede despedirte por cualquier razón, o sin razón. Eres espiado por informantes y supervisores, amasa un expediente de cada empleado. Contestarle es llamado "insubordinación", como si el trabajador fuese un niño malo, y no sólo hace que te despidan, te descalifica para compensación de desempleo. Sin aprobarlo necesariamente para ellos tampoco, hay que señalar que los niños en la casa y en la escuela reciben un tratamiento similar, en este caso justificado por su supuesta inmadurez. ¿Qué nos dice ésto acerca de sus padres y maestros que trabajan?El humillante sistema de dominación que he descrito rige sobre la mitad de las horas de vigilia de una mayoria de mujeres y la vasta mayoría de los hombres por décadas, por la mayor parte de sus vidas. Para ciertos propósitos, no es del todo erróneo llamar a nuestro sistema democracia o capitalismo o -- mejor aún -- industrialismo, pero sus verdaderos nombres són fascismo de fábrica y oligarquía de oficina. Quien diga que esta gente es "libre" es un mentiroso o un estúpido. Eres lo que haces. Si haces trabajo aburrido, estúpido y monótono, lo más probable es que tú mismo acabarás siendo aburrido, estúpido y monótono. El trabajo explica la creciente cretinización a nuestro alrededor mucho mejor que otros mecanismos idiotizantes como la televisión y la educación. Quienes viven marcando el paso todas sus vidas, llevados de la escuela al trabajo y enmarcados por la familia al comienzo y el asilo al final, están habituados a la jerarquía y esclavizados psicológicamente. Su aptitud para la autonomía se encuentra tan atrofiada, que su miedo a la libertad es una de sus pocas fobias con base racional. El entrenamiento de obediencia en el trabajo se traslada hacia las familias que inician, reproduciendo así el sistema en más de una forma, y hacia la política, la cultura y todo lo demás. Una vez que absorbes la vitalidad de la gente en el trabajo, es probable que se sometan a la jerarquía y la experticia en todo. Están acostumbrados a ello.
(...)
El trabajo es nocivo para tu salud. De hecho, el trabajo es asesinato en masa o genocidio. Directa o indirectamente, el trabajo matará a la mayoría de los que lean estas palabras. Entre 14.000 y 25.000 trabajadores mueren en este país anualmente en el lugar de trabajo. Mas de dos millones quedan deshabilitados. De veinte a veinticinco millones son heridos cada año. Y estas cifras se basan en una estimación muy conservadora acerca de qué constituye una herida relacionada con el trabajo. Por ejemplo, no cuentan el medio millón de casos de enfermedad ocupacional cada año. Hojeé un libro de texto médico sobre enfermedades ocupacionales y tenía 1.200 páginas. Incluso esto apenas es la punta del iceberg. Las estadísticas disponibles cuentan los casos obvios, como los 100.000 mineros que tienen el mal del pulmón negro, de quienes mueren 4.000 cada año, una tasa de mortalidad mucho mayor que la del SIDA, por ejemplo, que recibe tanta atención de los medios. Esto refleja la creencia sobreentendida de que el SIDA aflige a pervertidos que podrían controlar su depravación mientras que la extracción de carbón es una actividad sacrosanta e incuestionable. Lo que las estadísticas no muestran es que decenas de millones de personas ven reducidas sus expectativas de vida a causa del trabajo -- que es lo que significa la palabra homicidio, después de todo. Considera a los doctores que trabajan hasta morir a los cincuenta y tantos. Considera a todos los otros adictos al trabajo.
Aún si no quedas muerto o inválido mientras trabajas, también puedes morir mientras vas al trabajo, regresas del trabajo, buscas trabajo, o tratas de olvidarte del trabajo. La gran mayoría de las víctimas del automóvil estaban realizando algunas de estas actividades obligadas por el trabajo, o cayeron víctimas de alguien que las hacía. A este conteo de cadáveres se debe añadir las víctimas de la contaminación auto-industrial y la adicción al alcohol y drogas inducida por el trabajo. Tanto el cáncer como las enfermedades cardíacas són aflicciones modernas cuyo orígen se puede rastrear, directa o indirectamente, hacia el trabajo.
El trabajo, entonces, institucionaliza el homicidio como forma de vida. La gente piensa que los Camboyanos estaban locos al exterminarse a sí mismos, pero ¿somos nosotros diferentes? El régimen de Pol Pot al menos tenía una visión, aunque borrosa, de una sociedad igualitaria. Nosotros matamos gente en el rango de las seis cifras (por lo menos) para vender Big Macs y Cadillacs a los que sobrevivan. Nuestras cuarenta o cincuenta mil muertes anuales en la autopista són víctimas, no mártires. Murieron por nada -- o más bien, murieron por trabajar. Pero el trabajo no es algo por lo que valga la pena morir.
(...)
El control estatal de la economía no es solución. El trabajo es más peligroso en los países con socialismo de estado de lo que lo es aquí. Miles de obreros rusos murieron o resultaron heridos construyendo el metro de Moscú. Existen montones de historias sobre desastres nucleares soviéticos encubiertos que hacen que Times Beach o Three Mile Island parezcan simulacros de ataque aéreo de escuela primaria. Por otro lado, la desregulación, de moda actualmente, no ayudará y probablemente hará más daño. Desde el punto de vista de la salud y la seguridad, el trabajo estaba en su peor momento en aquellos días cuando la economía se acercaba más al libre mercado.
(...)
Ahora es posible abolir el trabajo y reemplazarlo, hasta donde sirve a propósitos útiles, con una multitud de nuevos tipos de actividades libres. Abolir el trabajo requiere ir hacia él desde dos direcciones, cuantitativa y cualitativa. Por el lado cuantitativo, hemos de recortar masivamente la cantidad de trabajo que se hace. En la actualidad, la mayor parte del trabajo es inútil o peor, y deberíamos deshacernos de él. Por el lado cualitativo -- y pienso que esta es la base del asunto, y el punto de partida nuevo y revolucionario -- hemos de tomar el trabajo útil que queda y transformarlo en una agradable variedad de pasatiempos parecidos al juego y la artesanía, que no se puedan distinguir de otros pasatiempos placenteros, excepto que sucede que generan productos útiles. Sin duda eso no los hará menos estimulantes. Entonces, todas las barreras artificiales del poder y la propiedad se vendrían abajo. La creación se convertiría en recreación. Y podríamos dejar de vivir temerosos los unos de los otros.
(...)
Finalmente, debemos deshacernos de la mayor de las ocupaciones, la que tiene el horario más largo, el salario más bajo, y algunas de las tareas más tediosas. Me refiero a las amas de casa y el cuidado de niños. Al abolir el trabajo asalariado y alcanzar el desempleo total, atacamos la división sexual del trabajo. El núcleo familiar como lo conocemos es una adaptación inevitable a la división del trabajo impuesta por el moderno trabajo asalariado. Te guste o no, tal como han sido las cosas durante los últimos cien o doscientos años, es económicamente racional que el hombre traiga el pan a la casa y que la mujer haga el trabajo sucio y le provea de un refugio de paz en un mundo despiadado, y que los niños sean enviados a campos de concentración juveniles llamados "escuelas", principalmente para que no sean una carga tan grande para mamá pero aún sean mantenidos bajo control, pero también para que adquieran los hábitos de obediencia y puntualidad que tanto necesitan los trabajadores. Si deseas deshacerte de la patriarquía, deshazte del núcleo familiar cuyo no pagado "trabajo invisible", como dice Ivan Illich, hace posible el sistema del trabajo que a su vez hace necesario el núcleo familiar. A la lucha anti-armas nucleares está ligada la abolición de la infancia y el cierre de las escuelas. Hay más estudiantes de tiempo completo que trabajadores de tiempo completo en este país. Necesitamos a los niños como maestros, no estudiantes. Tienen mucho que contribuir a la revolución lúdica, porque ellos són mejores en el juego que las personas maduras. Los adultos y los niños no són idénticos, pero se harán iguales a través de la interdependencia. Sólo el juego puede cerrar la brecha generacional.
Obra completa aquí.
PD: Añado dos blogs más a la sección OTROS BLOGS. Uno es Saber y Poder, un blog de Venezuela, socialista, que cuenta lo que sucede al otro lado del charco. El otro es Insulto a la inteligencia, que es el blog de un colega, que se lo ha hecho hace poco.

miércoles, 9 de julio de 2008

MALAS NOTICIAS. NO HAY POR QUÉ ALARMARSE

La gente vive acojonada, vive con miedo. Las personas se creen que en cualquier momento van a tratar de violarles, de robarles, de asesinarles, de atracarles, ven en el otro alguien que les quiere hacer daño. No son capaces de imaginar un mundo sin policías, “porque entonces cualquiera mataría”; cierran con doble vuelta la puerta de su casa antes de irse a dormir, “por si alguien entra”; evitan estar cerca de un negro o un moro en el metro, “por si mete la mano en el bolso sin que nos demos cuenta”, no dejan que sus niños jueguen muy lejos de sus padres, “no vaya a ser que los secuestren”;…
¿Pero por qué temen todas esas cosas? “¡Por Dios, vaya pregunta que haces tú también! ¿Cómo que por qué tememos esas cosas? ¿Es que tú no ves las noticias o qué?”. Vale, creo que ya he entendido el problema.

Ciertamente, los telediarios nos bombardean con noticias que nos cuentan cómo una banda de rumanos ha asaltado un chalet, o cómo un marido ha golpeado a su mujer hasta causarle la muerte, o cómo un niño ha desaparecido y nadie le encuentra mientras su madre llora desconsolada, o cómo se producen robos en el metro,…Pero el que todas esas cosas tan horribles sean precisamente noticias, nos debería calmar y tranquilizar. Cuando un acontecimiento es noticia, es porque es algo insólito, que no ocurre con normalidad. Nunca leemos en los periódicos que una madre ha hecho macarrones para comer, o que un chico le ha dado un beso a su novia, o que un abuelo ha acompañado a su nieto al cole, porque son actos cotidianos, normales, que suceden todos los días, no son algo insólito, por lo que no alcanzan la categoría de “noticias”. Sin embargo, si el que una banda de mafiosos secuestre a una mujer y la viole con total impunidad es noticia, es porque es algo que no ocurre con normalidad, es decir, no es normal que la gente actúe así, por lo que podemos estar tranquilos, no alarmarnos, y depositar nuestra confianza en el prójimo.
A día de hoy, miles de hombres mueren en ataques militares en Oriente Medio, millones de niños se mueren por desnutrición en los países subdesarrollados, cientos de presos en todo el mundo son torturados en las cárceles y, a pesar de no salir en los medios, la gente lo sabe. Pero la gente lo sabe del mismo modo que sabe que las madres preparan macarrones para comer, que los chicos besan a sus novias y que los abuelos acompañan a sus nietos al cole, es decir, lo saben, no porque lo vean en los medios, sino porque lo aceptan como algo cotidiano, y eso sí que es algo peligroso por lo que deberíamos preocuparnos. No debemos alarmarnos mientras la noticia sea que unos gitanos han atracado una joyería y no que la gente se abrace y se respete, pues será porque el atracar joyerías no es algo que esté a la orden del día y sí el abrazarse y respetarse. Sin embargo, el día que veamos en la portada de un periódico un titular que diga “Una madre le sirve a su hijo macarrones para comer”, y no veamos otro titular que diga “En lo que va de 2008 veinticinco sindicalistas han sido asesinados a manos de paramilitares en Colombia”, entonces, sí que tendremos motivos para alarmarnos. Por cierto, esto ya ocurre.


PD: Añado a la sección de MIS TEXTOS FAVORITOS un texto de Guillermo Almeyra publicado en rebelion.org, titulado Las FARC, ahora. También he colgado en OTROS BLOGS Panfletos Subversivos, un blog de tendencia anarquista. Y para completar la dosis de anarquismo de hoy, añado también a la sección de ANARQUISMO la web de Mariposas del Caos, que alberga interesantísimos textos

lunes, 7 de julio de 2008

VIOLENCIA MACHISTA. EDUCACIÓN Y CONCIENCIA

El otro día hablaba con una amiga acerca de la violencia machista, sobre las víctimas que deja a sus espaldas, sobre la impotencia que debían de sentir todas esas mujeres maltratadas, y sobre todo hablábamos de la indiferencia con la que la gente trataba el tema en la sociedad. En concreto, acerca de esto último le propuse una idea para hacer un corto. La idea en cuestión era la siguiente:
Dos amigos están sentados en un banco de un parque, y ven frente a ellos cómo un hombre golpea salvajemente a su mujer una y otra vez. Comentan entre ellos lo terrible que es que un hombre trate así a su mujer. Contemplan la escena sin hacer nada, sin inmutarse, sin escandalizarse por la extrema dosis de violencia que están visionando. Simplemente se limitan a decir que es muy triste que la gente no haga nada, y que pase del tema, y que piensen que no va con ellos,...pero ellos contemplan cómo el hombre golpea a su mujer con total indiferencia y pasividad.

Le expliqué a mi amiga que esa sería una buena forma de expresar, de forma un tanto hiperbólica, la indiferencia de los demás respecto al tema de la violencia machista. Fue entonces cuando va mi amiga y me suelta un revés verbal del que aún me estoy recuperando diciéndome: "Todo eso está muy bien, ¿pero es que acaso tú haces algo distinto de todos esos pasotas? ¿Es que acaso tú no tratas el tema con indiferencia? Criticas la indiferencia de los demás, ¿pero qué haces tú?". Me mató. Realmente no supe qué decirle, tenía razón. A mí me cuentan que tal año ha habido X mujeres víctimas de sus maridos y, aparte de decir "joer, vaya putada", no hago nada. Pero más adelante, cuando ya no estaba con mi amiga, volví a reflexionar y pensé: "Vale, es cierto que no hago nada, ¿pero es que realmente puedo hacer algo?". Estoy hablando a título personal, es decir, YO, como persona, ¿qué puedo hacer? Más bien poco. Si estuviese delante en el momento en que el hombre pega a su mujer, podría tratar de detener al maltratador, o podría llamar a la policía, o gritar para que alguien me oyese y viniese a ayudar, pero no es el caso. Desgraciadamente, cuando uno de estos asesinatos ocurre, no estoy presente, por lo que tampoco es que pueda hacer mucho. A día de hoy, el orden político-económico existente mata millones de personas cada año, y en repulsa salimos a la calle a protestar, pero no podemos hacer lo mismo con los maltratadores, no podemos salir a la calle a exigir que dejen de matar a sus mujeres.

La única solución que veo al problema de la violencia machista es la educación. Nuestra sociedad está plagada de tópicos que, aunque en muchos casos no dejan de ser anecdóticos, son machistas, y debemos hacer por ponerles fin. Y cuando digo ponerles fin, no me refiero a gilipolleces como "miembros y miembras", o señales de tráfico adaptadas a las mujeres. Me refiero a educar a tus hijos sin prejuicios sexuales de "esto es de chicos; esto es de chicas", a no pensar que un colega que se ha liado con muchas es un triunfador, mientras que una chica que hace lo mismo con muchos hombres es una "guarra", a que los medios de comunicación y demás "espejos de la sociedad" dejen de mostrar una imagen de la mujer como un trofeo del hombre (y tampoco una imagen del hombre como un "luchador por la mujer"), etcétera.

Tenemos que ser conscientes de que la sociedad en la que vivimos es la sociedad que nosotros creamos. Depende, pues, de nosotros, si hay machismo, si hay violencia, si hay delincuencia, si hay opresión. Nosotros decidimos cómo va a ser nuestra sociedad a partir de nuestro comportamiento, a partir de la educación que le damos a nuestros hijos, a nuestros alumnos, a nuestros espectadores, a los que nos rodean. Si queremos un cambio en la sociedad, ese cambio tiene que darse primero en uno mismo, si no, no servirá de nada. De tí dependerá cómo será la sociedad en la que vives, así que piensa cómo quieres que sea, y ponte a hacerla. "Educación" y "conciencia" son las palabras, y es, en el fondo, todo lo que tenemos, ya sea en el campo de la violencia machista, como en cualquier otro campo. Educación y conciencia.


PD1: Haz la prueba: Vete a Google imágenes. Teclea "hombre" y mira el primer resultado. Ahora teclea "mujer" y mira el segundo resultado. Increíble, ¿verdad?

PD: Añado a la sección de VÍDEOS Y DOCUMENTALES el documental de Narcos, la ruta de la impunidad (del PP a Intxaurrondo), un documental de Kale Gorria que muestra la implicación de altos mandos políticos en el entramado del narcotráfico y la prostitución. También hay colgada una página más de CONTRAINFORMACIÓN, en este caso Cubavsbloqueo.cu, que ofrece una visión alternativa acerca de la realidad que se vive en la isla, centrada sobre todo en el bloqueo al que se ve sometida Cuba. Por último, también he colgado a MIS TEXTOS FAVORITOS un texto del escritor Eduardo Galeano llamado Collar de historias que me marcó bastante y espero que guste.

jueves, 3 de julio de 2008

CUANDO DE DESPRESTIGIAR LUCHAS SE TRATA Y ANEXO A "DEFENDER LO MÍO"

Hay quien critica ligeramente a aquellas personas que protestan contra las corridas taurinas, diciendo algo así como que “¡bueno, anda que no tendremos problemas los seres humanos como para que ahora encima tengamos que preocuparnos más por los toros que por nosotros mismos!”. Establecen algo parecido a una especie de ranking de preocupaciones en el que, antes que la vida de un toro, va el derecho a tener una vivienda digna, por ejemplo.

Lo cierto es que es lógico pensar así, desde luego que sobre la vida de un toro prevalece la vida de un ser humano (depende del humano, todo sea dicho), al menos en mi ranking de preocupaciones particular así es. El problema viene cuando esas personas que critican a los anti-taurinos por las razones ya citadas, deslegitiman la lucha de dichos anti-taurinos, diciendo que es estúpida y que “ya podrían poner el mismo esfuerzo en protestar por otras cosas más necesarias”.

Si bien es cierto que antes que la vida de un toro va el derecho a una vivienda digna de un ser humano, también lo es que antes que el derecho a una vivienda digna va la abolición de la explotación infantil en el mundo. Sin embargo, estoy seguro que a nadie se le ocurriría decirle a un miembro de la Plataforma por una Vivienda digna que deje su lucha para después, que lo primero es lo primero, y que antes que nada hay que acabar con la explotación infantil. Del mismo modo, acabar con el hambre en el mundo es más prioritario que ponerle fin a la explotación infantil, y lo más seguro es que, de nuevo, nadie se acercase a un activista que luchase contra la explotación infantil mediante los medios que creyese convenientes para decirle que abandone su lucha y se dedique a luchar contra cosas más importantes, como por ejemplo el hambre en el mundo.

Lo que pretendo decir es que, aun sabiendo que hay prioridades en cuanto a problemas en el planeta (desde luego que antes de que yo tenga una vivienda digna se debe poner fin al hambre en el mundo), no podemos centrarnos únicamente en ir a por el primordial de ellos (el hambre en el mundo, en mi opinión) dejando el resto para después. Primero, porque no todos tenemos el mismo “mayor problema del mundo”, habrá quien considere que lo primordial es acabar con el terrorismo de Al-Qaeda, y habrá quien crea que lo primero es ponerle fin al cambio climático. Pero además, no podemos centrarnos sólo en el más importante porque eso supondría dejar de lado el resto de problemas que hay en el mundo. Hoy podemos estar protestando por una vivienda digna, pero eso no quiere decir para nada que nos estemos olvidando de los “negritos”, ni que consideremos que las guerras imperialistas no merecen nuestra atención.
Por tanto, no considero que las protestas de los anti-taurinos sean estúpidas ni absurdas, y mucho menos egoístas, porque estoy seguro de que los anti-taurinos son también “anti-otras cosas”, las cuales seguramente sean también muy importantes para el resto de mortales.
ANEXO A "DEFENDER LO MÍO"
También quería añadir a esta entrada del día 20 de junio que, esas personas que dicen que te vayas a Venezuela si es que la consideras tan democrática, deben pensar que España (el país en el que residen) es el país más democrático del mundo, porque si hubiese otro país más democrático que España, siguiendo su argumento de que “si tan democrático te parece X vete a vivir a X”, ya se habrían ido a vivir allí, al país que les parece más democrático. Pero no, viven aquí, en España, por lo que, efectivamente, deben considerar a España el paradigma de la democracia, y esto creo que puede ponerse más que en duda.
PD: Añado a la sección de HIP-HOP la página de Hip-hop Madrid, y a la de OTROS BLOGS el blog de un tipo de Bilbao que suspuestamente está viviendo con 300 euros al mes en una "casa" de ocho metros cuadrados. El blog en cuestión se llama Vivir con 300 euros al mes. También añado el blog de La Alcarria Obrera, que tiene textos interesantes acerca del anarquismo y la CNT.

martes, 1 de julio de 2008

LO MALO IMPORTA MÁS QUE LO BUENO

Tengo un colega que es ecologista, de izquierdas, y comprometido con los valores de respeto, tolerancia y solidaridad. Pertenece a una asociación que promueve el cuidado del medio ambiente, acude a charlas informativas acerca de las prácticas que las compañías petrolíferas desempeñan en el mundo, colabora en un boletín informativo de tendencia comunista, ayuda económicamente (cuando puede) a diversos colectivos que tienen problemas con la justicia debido a causas políticas. En definitiva, es un eco-activista comprometido con su causa.
El otro día estábamos en casa de un amigo nuestro, charlando, y mi colega ecologista llevaba una camiseta de marca Nike, compañía conocida por su explotación infantil en países orientales. Enseguida saltó mi otro amigo diciéndole algo así como que “mucho ecologismo y tal, pero luego bien que llevas camisetas Nike”, “mucho bla, bla, bla, pero luego mírate”,…El ecologista se quedó callado, sin saber muy bien qué decir, pues nuestro amigo tenía razón: se podía apreciar una cierta contradicción entre sus ideas y sus acciones.
Pero me pareció muy triste el hecho de que mi amigo hubiese tenido en cuenta las acciones de mi colega ecologista únicamente cuando éstas se contradecían con sus ideales. Otras veces, a pesar de saber que nuestro colega usa en la medida de lo posible el transporte público, tratando de evitar el privado, mi amigo nunca le ha felicitado por este comportamiento, ni le ha dicho que se siente orgulloso por él; a pesar de saber que nuestro colega ecologista recicla, nunca le ha dicho “chapó por tus valores, se te ve un tío comprometido”; a pesar de saber que siempre que puede acude a movilizaciones en defensa de los derechos de los trabajadores y demás causas sociales, nunca le ha dicho que se alegra de tener un amigo tan solidario, y nunca le ha agradecido que comparta sus bienes con los demás siempre que tiene ocasión. En definitiva, sólo ha tenido en cuenta sus acciones las pocas veces que se contradecían con sus ideas, pero las otras millones de veces que sus ideas y acciones concordaban a la perfección no ha dicho ni mu. Ha tenido más en cuenta los aspectos malos que los buenos.
He puesto el ejemplo de un eco-activista progre, pero bien puede verse la importancia que se le da a lo malo sobre lo bueno en otros aspectos de la vida. Por ejemplo, cuando quedas con una chica por primera vez, y te empiezas a rayar con “qué pensará de mí”, “la he cagado cuando le he preguntado que”, “he hecho el ridículo cuando le he dicho tal”,… ¡Diablos, pues claro que habrá cosas que has hecho mal, pero digo yo que también habrá otras tropecientasmil que habrás hecho bien! ¿Por qué te centras más en esas cosas que has hecho mal y obvias de manera tan estúpida las otras muchas cosas que has hecho bien? Como cuando se ha reído con ese chiste, cuando te ha mostrado interés en lo que le decías, cuando te ha dicho que espera volver a verte,…
Hasta aquí en cuanto a relaciones sociales se refiere, pero también podemos ver cómo prima lo malo sobre lo bueno en el ámbito académico. No sé muy bien cómo se encuentra actualmente la ley educativa que establece con cuántas asignaturas se pasa de curso y con cuántas se repite, pero creo recordar que con tener tres suspensas (de un total de diez) te hacían repetir. Cuando proponías que, a pesar de haber suspendido tres asignaturas (el 30% del curso), pudieses pasar al curso siguiente, los adultos (esas bestias negras que jamás han entendido a los niños y jamás les entenderán) te miraban atónitos, como si estuvieses diciendo una locura. Sin embargo, cuando ellos decían la soberana gilipollez de que, a pesar de haber aprobado siete asignaturas (¡el 70% del curso!) tenías que repetir el curso de nuevo en su totalidad (¡el 100%!), parecía algo de lo más lógico. Se daba más importancia a los suspensos que a los aprobados, es decir, primaba lo malo sobre lo bueno.
Y así con todo. En nuestra sociedad se le da más importancia a lo malo que a lo bueno, por eso nos va como nos va. No digo que debamos ignorar lo malo y hacer como si no existiese, ya que eso es absurdo; absurdo y cobarde me permito añadir. Debemos tener en cuenta lo malo, pero sólo para hacerle frente y corregirlo, y jamás para quedarnos mirándolo y lamentándolo. Eso sí que sería un comportamiento muy malo, y puesto que pertenezco a una sociedad que le da mucha importancia a lo malo, lo menos que puedo hacer es darle tanta importancia a ese comportamiento malo como para dedicarle una entrada entera en el blog.