viernes, 28 de noviembre de 2008

ESTADO Y PODER = VIOLENCIA (II)

En los tiempos que corren, la Comunidad de Madrid gobernada por Esperanza Aguirre (PP) está llevando a cabo una campaña de privatización bestial de los servicios públicos. Tenemos los casos de los hospitales, los colegios, el Canal de Isabel II, el reducir el presupuesto a la Universidad pública en un 30%, etc. Ante este tipo de políticas hay gente que puede sentirse realmente atacada. Gente que ve que se queda sin hospital, sin colegio para sus hijos. Esta situación de ver que te lo están quitando todo, que te quedas sin nada, que no sabes qué va a ser de ti, puede llevarte a cometer locuras de lo más grandes. Por ejemplo, imaginemos que alguien que, como ya digo, se ve en la ruina, sin hospital y sin colegio a causa de las políticas de esta señora, decide abrirle la cabeza a Esperanza Aguirre de un potentísimo ladrillazo. Esperanza Aguirre en el suelo, emanando sangre de su cabeza, tumulto entre los que la rodean, ¡llamen a un médico!, los guardaespaldas sobre ella e inspeccionando la zona, etc. Un día después, ya con los ánimos más calmados y tras haber salido en todos los medios de comunicación el fatídico incidente, tendríamos unas declaraciones de doña Esperanza Aguirre de este estilo:
Es una lástima que sucedan cosas como ésta, pues suponen un verdadero ataque a la democracia y a la voluntad de los madrileños expresada en las urnas. El Partido Popular lamenta que haya energúmenos que sólo entiendan la violencia como método de expresión, … bla, bla”. En definitiva, nos cansaríamos de oír echaduras de flores a la democracia, condenas a la violencia y también, por supuesto, discursos a favor de la no-violencia, la paz, la convivencia, la tolerancia y demás palabras que suenan muy requetebién.

Ante estos hechos del ladrillazo y demás yo me preguntaría: ¿Por qué este supuesto descerebrado le ha pegado un ladrillazo a Esperanza Aguirre? ¿Por qué ha recurrido a la violencia? Pues por una sencillísima razón: no le quedaba otra. Hagámonos ahora esta otra pregunta: Si el agresor del ladrillo hubiese tenido en su mano una ley que impidiese la privatización del hospital, y hubiese podido ponerla en práctica, ¿habría recurrido al ladrillazo como método de expresión? Es seguro que no, le hubiera bastado con aplicar la ley y punto, ni rastro de violencia. ¿Pero qué ocurre?, que el hombre lanza-ladrillos no tiene esa ley, qué pena. Esperanza Aguirre tiene una ley que permite la privatización del hospital, y es precisamente por eso que ella no ha tenido que pegarle ningún ladrillazo a nadie, sino que le ha bastado con aplicar esa ley. Es decir, ella no ha tenido que recurrir a la violencia física para privatizar el hospital, al contrario que el hombre, que sí ha tenido que hacerlo para impedir esa misma privatización. Ante el uso de la violencia, hemos dicho que al agresor “no le quedaba otra”, pero a Esperanza Aguirre sí le quedaba otra: aplicar la ley y punto. Precisamente porque no se ha visto en la situación de tener que recurrir a la violencia, Esperanza Aguirre se ha llenado la boca hablando de “no-violencia”, “paz”, “tolerancia” y demás palabras que suenan muy requetebién, como decíamos más arriba. ¡Qué merito!, presumir de demócrata cuando eres el único que puede hacer uso de la democracia. ¡Y qué merito también el tachar de violento y radical a aquél que no puede hacer uso de la democracia!

Porque imaginémonos que fuese al revés: un partido socialista en el Gobierno que pone en práctica una ley aprobada DEMOCRÁTICAMENTE por el Parlamento para, por ejemplo, nacionalizar la banca. Y no sólo se conforma con eso, sino que va a nacionalizar también los hidrocarburos, las reservas de petróleo, las fábricas y todo lo “nacionalizable” que pille a su paso. Sería el caso de los gobiernos de Chávez y Evo Morales en Venezuela y Bolivia, respectivamente. ¿Qué ocurriría? ¿Estarían de nuevo los neoliberales tipo Aguirre diciendo que hay que “acatar las leyes”, que hay que “respetar la voluntad de los ciudadanos”, que si “tolerancia” por aquí, “democracia” por allá? ¿O más bien harían uso de la violencia (tirarían ladrillazos a “su modo”) para defender sus intereses del mismo modo que en el primer ejemplo lo hizo el hombre que se quedaba sin hospital “porque no le quedaba otra”? Me juego el cuello (y saldría sano y salvo) que optarían por la segunda opción: harían uso de la violencia. Pero los neoliberales tienen más clase que los rojeras, y ellos en vez de pegar ladrillazos lo que harían sería organizar un Golpe de Estado como Dios manda (que para algo tienen mucho dinero ¿no?). Y ahí tenemos la historia. Son innumerables los Golpes de Estado que se han dado cada vez que los socialistas han ganado las elecciones y han aplicado políticas de izquierdas. Un ejemplo que me viene ahora al pelo porque he mencionado al PP es el Golpe de Estado contra Chávez en abril de 2002, que estuvo apoyado por el PP precisamente (y por toda la prensa española, por cierto). Ahí ya no se habló de democracia y de respetar las leyes, no. Ahí se pegó un Golpe de Estado en toda regla, es decir, se hizo uso de la VIOLENCIA, tal y como en el primer caso del hombre que se queda sin hospital, solo que a una escala más grande, claro.

Ante estos dos casos de Gobiernos que toman una decisión todo lo democrática que se quiera, y son respondidos por el uso indiscriminado de la violencia contra ellos, ¿qué conclusiones debemos sacar? Yo, a simple vista, veo una muy clara: el poder NUNCA puede estar monopolizado. En el momento en que un organismo (el que sea) se erija en poseedor del monopolio del poder sobre el resto, el clima y desencadenamiento de violencia está asegurado. Si se quiere acabar con la violencia venga ésta de donde venga, un primer paso debe ser la supresión del monopolio del poder. Todas y cada una de las personas deben tener la misma capacidad legal para ejercer el poder. A día de hoy, con un sistema de partidos que venimos padeciendo y que ha desvanecido y aniquilado la figura del individuo hasta límites insospechados, esto es sencillamente imposible. ¿Cómo se podría reforzar la figura del individuo para hacerla más presente en la arena pública y hacer de ésta un espacio más democrático? Sólo se me ocurre la organización por asambleas de abajo a arriba, no hay más. En las asambleas, TODAS las opiniones pueden ser escuchadas, no como en el Parlamento, donde sólo hay DOS opiniones (muy parecidas) latentes (la del PP y la del PSOE en el caso español). En las asambleas hay, por así decirlo, tantos partidos como personas. Cada persona es un partido político, con su programa, con su visión de la sociedad y con sus propuestas. Esos partidos unipersonales (más comúnmente conocidos como “personas”) discuten en la asamblea las diferentes propuestas, los diferentes órdenes del día, buscando el llegar a un consenso que satisfaga a todos. Y una vez alcanzado ese consenso, es esa decisión y no otra la que se toma y se pone en marcha. Eso sí es democracia, y no otra cosa, y es la única esperanza que le queda a la humanidad para alcanzar el mayor bienestar posible.
PD: Traigo nuevo material anarquista. En primer lugar el blog del Colectivo editorial Avería, que ha salido hace poco. Luego, en la sección de ANARQUISMO dos nuevas webs: la de la CNA (Cruz Negra Anarquista) y la de la FAI (Federación Anarquista Ibérica).

domingo, 23 de noviembre de 2008

¡¡GATILLAZO VUELVEN!!

Estoy aburrido en mi casa, frente al ordenador, haciendo como que estudio mientras me escapo muy de vez en cuando al Youtube a ver vídeos chorras que me demuestran que, por increíble que parezca, hay gente que está todavía peor que yo, cuando, de repente, digo "voy a pasarme por la página de Gatillazo, a ver si se cuentan algo del nuevo disco que, en teoría, sacan a finales de este año". ¿Y qué me encuentro? ¡SORPRESA!, Gatillazo vuelven a la carga con un nuevo disco que sólo por el título me ha tenido entretenido y alegre toda la tarde. Sex Pastels se llama la nueva creación de Evaristo y los suyos, y, todo sea dicho, promete bastante. Además viene con un DVD cargado de material interesante, con lo que quizá, si no en la lista AFIVE, sí que ocupará un merecido primer puesto en mi carta a los Reyes Magos (o en mi lista de posibles descargas del eMule, todo sea dicho).

Para no dejar tanto a sus fans con la miel en los labios, han colgado el vídeo de una de las canciones incluidas en este nuevo disco que vió la luz (¡y yo sin enterarme!) el pasado 17 de noviembre. Se llama Nº1 en USA, y sólo habiéndola escuchado una vez ha logrado introducirse en mi mente de tal forma que me ha obligado a tararearla tanto si quiero como si no durante los últimos cincuenta minutos. ¡Qué grande es Evaristo! ¡Qué grandes son Gatillazo! Hay ganas de escuchar eso, ¡joder que si hay ganas!

"Soy el ganador, el nº 1, uooooh;
soy el puto amo, uooooh, el nº 1 uoooh"

Nº1 en USA:

miércoles, 12 de noviembre de 2008

PLAN BOLONIA. ASÍ LO ENTIENDO YO. (y II)

LAS EMPRESAS ENTRAN EN JUEGO.
Hasta aquí hemos hablado de flexibilidad y movilidad del estudiantado, de tener una jornada de 40 horas semanales para poder sacarte una carrera, de desarrollar la capacidad para trabajar en equipo. ¿A qué nos recuerdan todos estos conceptos? ¿A una universidad? En absoluto, para nada nos recuerdan a una universidad, sino que más bien nos recuerdan a una empresa. Y es que es aquí donde empieza lo verdaderamente grave, y donde Bolonia enseña su parte menos carismática.
Los nuevos planes de estudio no son en absoluto un chollo para la universidad y el conocimiento. Empezamos a meternos en el lenguaje esencialmente empresarial. Todos los planes de estudios que se desarrollarán a partir de ahora serán evaluados por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) atendiendo a criterios mercantiles y de rentabilidad. Para que un plan de estudios salga adelante ha de ser competitivo, si no, ya puede irse olvidando de seguir así, y tendrá que cambiarse o, sencillamente, desaparecer. Es precisamente aquí donde más se teme por las filologías y demás, porque ¿en qué es competitiva la filología eslava, la antropología o la metafísica?Los programas de investigación en las universidades estarán supeditados a una evaluación que incluye fuentes de financiación externa, es decir, privada. Para que un programa de investigación salga adelante y pueda ser apoyado por el Estado con dinero público, ha de contar con la financiación de una empresa privada, algo así como una especie de apadrinamiento de un proyecto por parte de una empresa privada. Por ejemplo, Pfizer con un proyecto de investigación en medicina, o Ferrovial con uno en construcción, o Microsoft con uno en informática. Si no cuentas con ese “apadrinamiento” de la empresa privada, ya puedes irte olvidando de que alguien te financie tu investigación en absoluto. Así que ya sabes, búscate una empresa que quiera apadrinar tu investigación sobre los conceptos de noúmeno y fenómeno en Kant. ¿Qué ocurre? Que sólo aquellos proyectos de investigación que tengan en sí un interés para las empresas serán los que salgan adelante, ya que serán los únicos apadrinados por éstas. Las carreras que no sean rentables, las que no sean competitivas, las que tengan como objeto la simple reflexión y divulgación del conocimiento, están condenadas a desaparecer. Según el informe económico del Comité de Coordinación Universitario, las tasas de ineficiencia son, en Humanidades de un 37%, en Ciencias Sociales y Jurídicas de un 41,2%, en Ciencias Experimentales del 41,6%, en las Técnicas del 46,3%, y en Ciencias de la Salud del 25,6%. Podemos hacernos una idea, entonces, de lo que va a ocurrir con muchas carreras. Van a desaparecer, simple y llanamente. En definitiva, lo que se va a conseguir con toda esta reforma y “modernización” de la universidad es poner ésta al servicio de las empresas. Con dinero público se va a financiar los proyectos que interesen a las empresas, lo que para ellas está de puta madre, claro. Desarrollemos de nuevo nuestra empatía y pongámonos en el lugar de los empresarios cuyos proyectos vamos a pagar todos. Imaginémonos que queremos hacer un proyecto y el Estado y la universidad se ponen a nuestros pies para lo que nos haga falta: becarios, departamentos, infraestructura,… Da igual que ese proyecto en nada vaya a beneficiar a la propia sociedad que nos lo está financiando, o incluso que la vaya a perjudicar, nos lo van a pagar igual, y nos vamos a ahorrar un montón de dinero, porque ya nos lo pone el Estado. ¡Vamos, que Bolonia sale pero que muy rentable para determinadas personas!
PLAN BOLONIA. CUESTIÓN DE FONDO.
Y todo esto se hace en teoría para “modernizar” la universidad, para “converger” con Europa, para una mayor “movilidad” de los alumnos. ¿Y para eso era necesario montar todo este pifostio? Bastaba, como hemos dicho al principio, con homologar los títulos, multiplicar las becas Erasmus y aumentar la financiación, no era tan difícil, no era necesario poner en marcha toda esa maquinaria, ¿por qué se ha hecho entonces? Aquí llegamos a la cuestión de fondo. ¿Pretende Bolonia de verdad poner la universidad al servicio de la sociedad? No, no es precisamente al servicio de la sociedad donde se va a poner a la universidad, sino más bien al servicio de las empresas. Hemos visto cómo con dinero público se va a financiar proyectos privados, se está poniendo el conocimiento al servicio de los intereses privados, se está dando un auténtico Golpe de Estado en la universidad. Para enterarnos de lo que es Bolonia no tenemos que preguntarle a nuestros rectores, ni a nuestros decanos, ni a nuestros profesores. Ellos no tienen ni puta idea de lo que se les viene encima, o si la tienen no pueden hacer nada contra ello (bien porque salen beneficiados de todo esto, bien porque, como es costumbre en las democracias capitalistas, sencillamente no se puede hacer nada). Para enterarnos de qué es realmente Bolonia, hay que preguntarles a los que de verdad saben lo que es Bolonia, ¿y quién mejor que sus propios artífices para aclararnos las dudas?
Recomiendo echar un vistazo (yo reconozco que aún no me lo he leído entero, pero lo poco que he leído me ha puesto los pelos de punta) a este informe del Círculo de Empresarios: Una Universidad al servicio de la sociedad .
Esto es verdaderamente Bolonia, esto es lo que está en la trastienda, tras la cortina, esa es la esencia de Bolonia, y no la que nos pintan los rectores de una Universidad que “estimula el conocimiento y el aprendizaje” y no sé cuántas pantomimas más.Se pretende la flexibilidad del estudiantado, de los futuros precarios, de convertir la universidad en una fábrica de mano de obra. El mercado no está para bromas, que los estudiantes salen demasiado bien formados, que para ser becarios en una empresa, con que tengan las “competencias, destrezas y habilidades” requeridas tiran p´adelante. Que eso del saber por el saber se ha acabado, que no queremos mano de obra lista, inteligente, formada y culta; sino barata, flexible y que no se le ocurra que puede protestar cuando está disconforme con algo. Y que eso de la democracia y el derecho a elegir está muy bien, pero que vamos con prisa, y el mercado no está para andarse con chorradas de democracia y demás, así que lo aplicamos sí o sí, sin consultar. Toma ya.
Esto es lo que realmente significa Bolonia, y en Grecia y en Valencia ya se han dado cuenta. No nos dejemos llevar por aquellos que dicen que esto ya está aplicado y que no hay nada que hacer. No es cierto, Grecia lo paró, y Valencia está ahora en plena lucha. Se trata de defender lo que es nuestro, no podemos aceptar que nos lo van a quitar y ya está, no podemos resignarnos y aceptar que no hay nada que hacer. Bueno, en verdad no es que nos vayan a quitar la Universidad, sino algo peor, la van a poner a su servicio, que es algo mucho más rentable. Es una cuestión de dignidad, de poder seguir mirándonos al espejo y no sentir vergüenza de nosotros mismos porque nos están robando la esencia de la universidad y no estamos haciendo nada, es cuestión de que sepan que estamos aquí. Ya dediqué un artículo a los apolíticos indiferentes a Bolonia. Desde estas líneas animo a todo estudiante a que se informe, a que acuda a las asambleas de su facultad, a charlas, a manifestaciones y movilizaciones, que se ocupen facultades, que no se pase del tema, que es algo muy serio lo que nos estamos jugando. Hay cantidad de blogs y webs informando sobre lo que significa realmente Bolonia, visítense, que la gente se informe. En fin, no quiero ser apocalíptico, pero está en juego una de las bases de la civilización: la educación. Que cada uno actúe como crea que tiene que actuar.

domingo, 9 de noviembre de 2008

PLAN BOLONIA. ASÍ LO ENTIENDO YO. (I)

(El presente trabajo puede encontrarse completo en la sección de TRABAJOS, pero para hacer más fácil su lectura publicaré hoy una parte y dentro de unos días la otra).
A continuación, expongo un pequeño (por qué no llamarlo así) trabajo sobre el Plan Bolonia. No pretende ser algo objetivo al 100%, ni pretendo haber descubierto la pólvora al haberlo escrito. Simplemente es mi visión de todo eso que se nos viene encima a los estudiantes y que se ha dado en llamar Proceso de Bolonia, la visión de un estudiante cualquiera, que ha recibido panfletos, que ha charlado con gente, que ha asistido a asambleas, que ha acudido a charlas y algún debate con el rector. En definitiva, este trabajo es el trabajo de alguien que podrías ser tú mismo, de alguien que se ha intentado informar sobre el Plan Bolonia como buenamente ha podido, y estas son las ideas que he sacado en conclusión. Así entiendo yo lo que se nos viene encima:
INTRODUCCIÓN. PLAN BOLONIA. ¿DEMOCRÁTICO?
Lo primero que hay que decir del Plan Bolonia y todo ese proceso encaminado a la convergencia con Europa para iniciar el Espacio Europeo de Educación Superior es que brilla por su falta de democracia. ¿Te han preguntado qué te parece? ¿Te han pedido tu opinión? Lo que es más importante ¿te han informado? Estoy cansado de ver gente que cuando le hablas de Bolonia te suelta eso de “no, bueno, es que no estoy muy informado”. ¡Diablos, claro que no estás informado, como que ninguna de todas esas personas que pretenden imponer ese nuevo modelo de Universidad se ha molestado en informarte! Si ni siquiera se han molestado en informarnos, cómo vamos a esperar que se nos pregunte qué opinamos. Lo dicho, este proceso empieza mal desde el principio, desde el momento en que se implanta a espaldas de toda la comunidad universitaria.
El Proceso de Bolonia se inicia en teoría para “modernizar” la universidad, para mejorar la “movilidad” de los estudiantes a lo largo de Europa. Se nos presenta la idea de una universidad del futuro, tecnológica, una revolución del conocimiento. Ante esto nadie puede oponerse, ¿quién no quiere una universidad así?, ¿quién no quiere poder estudiar en el extranjero con toda una serie de facilidades? Bolonia parece lo que todos estábamos esperando. Muy bien, si lo que se pretende es converger con Europa y modernizar la universidad, es de suponer que bastará con establecer un sistema de convalidación de títulos a nivel europeo, una multiplicación de las becas Erasmus y una mayor financiación de la universidad, nada más. No parece un proceso muy difícil, sino todo lo contrario. ¿Pero nos hemos encontrado con esto? No, con esto precisamente no nos hemos encontrado, sino con algo que se antoja bastante más complejo:
GRADOS Y POSTGRADOS.
Para empezar, las diplomaturas y las licenciaturas tal y como las conocemos hoy van a desaparecer. Los planes de estudios ya no van a estar divididos en diplomaturas y licenciaturas, sino en grado, postgrado (o máster) y doctorado (este sistema, por lo que tengo entendido, no va a afectar a todas las carreras por igual, lo que no quiere decir que estas carreras sean inmunes al Plan Bolonia y éste no las vaya a afectar en nada, como se ha insinuado).
En un grado habrá cuatro años de estudios de una carrera determinada:

- El primer año se presenta como una “formación general” para el alumnado, nada de empezar ya en serio a estudiar la carrera que el alumno haya escogido. Es algo así como un tercero de bachillerato, para entendernos. Debe ser que los estudiantes (víctimas de la LOGSE) no llegan totalmente preparados a la universidad desde el instituto, y es necesario hacerles cursar este tercero de bachillerato en la facultad. Vemos pues, que el problema que viene del instituto se soluciona en la universidad. ¿No sería más lógico resolver el problema en el mismo sitio en que éste se produce, esto es, en el instituto? No señor, los artífices del Plan Bolonia han decidido que es necesario trasladar la mierda del instituto a la universidad, para manchar más si cabe el sistema educativo.

- El cuarto año de grado se presenta como un año de prácticas no remuneradas en empresas privadas. Es decir, los alumnos de cuarto de grado no van a ser más que mano de obra gratis para los empresarios, así de claro. Y esto plantea un problema en el que creo que no se ha incidido lo suficiente. Desarrollemos nuestra empatía y pongámonos en el lugar del empresario: tenemos una empresa a la que cada año vienen a TRABAJAR estudiantes en prácticas a los que no es necesario pagar. ¿Es que acaso se nos va a pasar por la cabeza contratar a alguien y hacerle fijo? No, ¿para qué?, si cada año tengo mano de obra nueva y gratis. Volvamos a ponernos en el lugar que nos corresponde, el de los estudiantes: ¿quién nos va a contratar?

- Quedan, pues, dos años (segundo y tercero) para estudiar y adquirir los conocimientos característicos de la carrera que hayamos escogido. Es decir, en dos años tenemos que estudiar lo que ahora estudiamos en cinco. ¿Este apelotonamiento de conocimientos de cinco años en dos en qué se traduce? Se traduce en que, si hasta ahora teníamos créditos equivalentes a 10 horas lectivas, ahora tendremos créditos de entre 25 y 30 horas (los llamados créditos ECTS), y se traduce también en que para sacar la carrera adelante, un estudiante deberá dedicarle a sus estudios un total de 35-40 horas semanales. Esto es una jornada laboral en toda regla. Habrá quien pueda ejercerla sin ningún problema, ya que no trabaja y podrá dedicarle entre 7 y 8 horas diarias a estudiar su carrera (que ya es bastante), ¿pero y la gente que actualmente está trabajando para pagarse los estudios? Le será incompatible una cosa con la otra, y tendrá que elegir entre trabajar o estudiar. Precisamente por dejar de trabajar, no podrán pagarse los estudios, y no podrán hacer una carrera universitaria. Vemos entonces que este sistema de créditos ECTS perjudica a las personas con rentas más bajas. Uno de estos dos años restantes, además, se recomienda que sea cursado en el extranjero, para lo que sería necesario un aumento de las becas Erasmus, pero no es precisamente con esto con lo que nos encontramos, sino más bien con otro tipo de becas:
BECAS-PRÉSTAMO.
Entran en juego las Becas-Préstamo, que no son más que préstamos bancarios a devolver con intereses. Es algo así como una hipoteca, tú pides dinero al banco para cursar tus estudios y luego se lo devuelves con intereses. Así, ellos ganan dinero gracias a que tú estés estudiando. Estudiar se convierte así en una inversión que tienen que hacer las familias, igual que con el coche o la casa. A pesar de todo, nos dicen que la universidad y el conocimiento no se están mercantilizando, ¡no qué va!
PLAN BOLONIA. CÓMO SERÁN LAS CLASES.
Por si todo esto fuera poco, sólo una pequeña parte de los créditos que va a tener cada carrera van a corresponder a clases impartidas por un profesor que ENSEÑE a los alumnos. El resto de créditos será completado con trabajos en grupo para fomentar la capacidad de trabajar en equipo, seminarios, y también trabajos individuales. Lo que se pretende es que el alumno sea constante, flexible, y que parte del trabajo corra por su cuenta. A día de hoy, tal y como están estructurados los grupos en las facultades, esto es simplemente imposible. Se necesitarían grupos más pequeños, para que el profesor pueda tener un contacto más directo con sus alumnos, pero esto también requeriría un mayor gasto de dinero. ¿Y se ha realizado este gasto de dinero? Pues no es precisamente esto lo que se ha hecho, no señor, sino todo lo contrario. La Comunidad de Madrid ha recortado en un 30% el presupuesto de la universidad pública, por lo que esto del aprendizaje en el que el profesor y el alumno estén más cercanos gracias a los grupos más pequeños (que ya de por sí era difícil, pues precisaba de un aumento en el gasto público para la universidad que no tenía pinta de aparecer por ninguna parte) se hace completamente impensable. Con este nuevo modelo es prácticamente imposible formar a nadie, al menos en la universidad pública. Pero es que es precisamente eso lo que se pretende: no formar a nadie.
El grado de cuatro años lo único que pretende de cara a la formación del alumno es una “formación general” (Art. 9.1. del Real Decreto 1393/2007 de Grado y Postgrado), una “adquisición de competencias, destrezas y habilidades”, nada de profundizar en la materia y generar conocimiento en los alumnos. Tanto es así que, de hecho, si actualmente siendo licenciado en Derecho uno puede ejercer de abogado, no ocurrirá igual con aquél que se gradúe en Derecho, que se le imposibilitará de desarrollar esta profesión, siendo imprescindible cursar un postgrado o máster. Y ocurre que estos postgrados no son precisamente baratos, llegando incluso a alcanzar precios de entre tres y seis veces superiores a los de las actuales carreras universitarias, y de casi tres veces el de los grados. ¿Cómo los pago? Muy sencillo, recurriríamos a las Becas-Préstamo, de las cuales ya hemos hablado.
EL CAP Y EL NUEVO MÁSTER.
El Proceso de Bolonia viene acompañado de un aspecto importante sobre todo para las carreras de letras, de mero contenido teórico, como Filosofía y las filologías. Es la sustitución del CAP (Certificado de Actitud Pedagógica) por un Máster en Formación del Profesorado. Si el CAP antes costaba entre 150 y 200 €, el nuevo máster costaría entre 1.500 y 2.500 € (precio de postgrado), calderilla vaya. Si antes el CAP se constituía de entre 10 y 30 créditos (unos tres días), el nuevo máster sería de 60 créditos ECTS, los de 25-30 horas (un curso completo). Antes, para hacer el CAP, bastaba con estar licenciado, mientras que con el nuevo máster serán necesarios dos nuevos requisitos:
- Por un lado, habrá que tener un título o hacer una prueba de tu materia.
- Además será necesario un Certificado de nivel B1 de una lengua extranjera moderna, certificado que, por supuesto, será necesario pagar y hacer un examen para adquirirlo.
¿En qué consistía el CAP? El CAP consistía en un breve curso de pedagogía en el que estudiar por cuenta propia ciertas unidades didácticas y examinarse de ellas, ir a unos pocos seminarios (o ninguno, si no era presencial), y hacer unas cien horas de prácticas. Además, le permitía a uno hacer el doctorado a la vez que preparaba la oposición para la enseñanza secundaria.
¿Y en qué consiste el nuevo máster? Lo conforman tres bloques:
Genérico (12-16 créditos). Estrictamente psicopedagógico, por ejemplo, “comprender las motivaciones y el desarrollo de la personalidad de los alumnos”. Esto es muy necesario si quieres ser profesor de historia, ¡me lo vas a comparar con enseñar la caída del Imperio Romano, no hay color!
Específico (24-30 créditos). Psicopedagogía aplicada a la materia, por ejemplo, “fomentar un clima que facilite el aprendizaje”, “integrar la formación en comunicación audiovisual y multimedia”. Por supuesto, un profesor de matemáticas es preferible que sepa usar un Powerpoint antes que enseñar a resolver ecuaciones de segundo grado.
Practicum (16-24 créditos). Prácticas no remuneradas en institutos, que incluirá un trabajo de fin de master, consistente en una memoria de las prácticas realizadas.

Este nuevo máster no le permite a uno, además, hacer el doctorado y preparar la oposición al mismo tiempo.
El nuevo máster no va a producir buenos matemáticos o buenos filósofos que enseñen a los alumnos. Va encaminado a enseñar sólo pedagogía, nada de contenidos teóricos. Serán profesores que sepan explicar muy bien, sí, pero que no tendrán nada que explicar, porque este nuevo máster no les habrá proporcionado nuevos conocimientos (y podemos imaginarnos cuál sería el resultado si los pocos “conocimientos” que tienen han sido adquiridos a partir de un grado de cuatro años como los que se pretenden implantar). Ya no habrá filósofos enseñando filosofía, sino que habrá profesores de filosofía; y ya no habrá matemáticos enseñando matemáticas, sino que habrá profesores de matemáticas. El conocimiento y el saber, por lo tanto, están condenados a desaparecer y a convertirse en un profesor-colega que no tendrá ni puta idea de nada pero que se llevará muy bien con los alumnos y “conectará” muy bien con ellos. Olé. Este es uno de los aspectos más tenebrosos de esta nueva reforma educativa, porque no sólo condena a la enseñanza superior, sino también a la secundaria y al bachillerato. ¿Nos imaginamos una sociedad educada con este nuevo modelo de profesor-colega sin nada que enseñar? Yo no me lo quiero imaginar, pero creo que no voy a tardar en verlo. Dependerá de todos nosotros el parar esto o no, claro.

martes, 4 de noviembre de 2008

ESTADO Y PODER = VIOLENCIA

¿Es legítimo usar la violencia para lograr tus fines? ¿Es legítimo matar a una persona? Yo creo que dependería de la situación. Imaginémonos a nosotros mismos en la situación de matar o morir, ¿qué haríamos? Yo creo que matar. O imaginemos que un tipo quiere matar a nuestro propio padre, y sólo podemos evitarlo pegándole un tiro a ese tipo y volándole la tapa de los sesos. ¿No lo mataríamos? Claro que sí. En esos casos la violencia y el matar a otra persona estaría plenamente justificado. En cualquier caso, sí es cierto que de aceptar la violencia la aceptaríamos en casos muy extremos y como último recurso.

Pero en fin, no era de esto exactamente de lo que quería hablar. Lo que sí quería decir es que a día de hoy existe un organismo que tiene plena autoridad sobre cualquier otro ente en el universo para hacer uso de la violencia. Se podría decir, y de hecho así es, que este organismo tiene el monopolio de la violencia. Me estoy refiriendo, naturalmente, al Estado.
Así es, amigos, el Estado es el único ente autorizado para hacer uso de la violencia, ya que la ley que él mismo dicta y que es la que se aplica está de su parte. La ley permite la violencia estatal, pero condena a aquel que use la violencia contra el Estado. ¿Y por qué necesita el Estado hacer uso de la violencia? Pues por lo mismo que nosotros en caso de tener que usarla, para defenderse. Ante cualquier ataque contra él, el Estado querrá e intentará defenderse, es decir, hará por mantener el orden social que lo mantiene en pie. Este orden social que mantiene en pie al Estado conlleva desigualdad: unos mandan, otros obedecen. Vemos pues que el Estado, cuando pretende defenderse, lo que en verdad consigue es mantener la desigualdad existente y reinante.

Ocurre que los sistemas tienden al equilibrio. Si tenemos un recipiente de agua hirviendo y otro con agua excesivamente fría, y echamos el agua de uno en el otro, el agua resultante no estará ni hirviendo ni excesivamente fría, sino que estará en un punto intermedio, estará templada. En un sistema desigual se tiende a la igualdad. La gente que se percibe desigual respecto a un determinado grupo social hará lo posible por conseguir estar al mismo nivel que aquellos que están por encima, o mejor dicho, tratarán de lograr que tanto ellos como los que están encima estén al mismo nivel, independientemente de si el nivel es alto o bajo. Es decir, para el caso que estamos viendo de un Estado que gobierna a un conjunto de personas, este grupo de personas se sublevará de alguna u otra forma, y ante esta sublevación el Estado, como hemos dicho, se defenderá, pues es esa sublevación la que acaba con el estado natural del Estado, y por tanto con el propio Estado. Esa defensa se lleva a cabo con violencia (legitimada por el Estado, claro, violencia legal), y ante esta defensa violenta que es percibida por los sublevados como un ataque, sólo queda un contraataque (o una defensa, depende de como quiera mirarse) violento también. El clima de violencia, pues, estará asegurado mientras haya desigualdad, mientras haya ricos y pobres y/o mandatarios y obedientes.
Es importante señalar que la violencia estatal no es percibida por los sublevados como un ataque en un momento determinado, sino que es así continuamente. La sola existencia del Estado ya es un ataque, pues mantiene el sistema de desigualdad que tiende a la igualdad necesariamente a través de la violencia contra el Estado. El Estado y el Poder son violencia, y su desaparición es la desaparición de la violencia.
PD: Añado a la sección de CRISIS ECONÓMICA un simpático vídeo de Caiga Quien Caiga que trata de explicar en qué consiste la crisis por la que estamos pasando.