miércoles, 28 de noviembre de 2007

LLEGAR A LA ANARQUÍA (II)

Hoy en día, en la sociedad actual, las relaciones sociales que se dan son del siguiente modo:
El trabajador fabrica un "objeto 1" a cambio de un "dinero X" que le da el empresario. El empresario se queda con el "objeto 1" para venderlo, y si el trabajador quiere tener ese "objeto 1", tendrá que pagar parte de su "dinero X".
¿Realmente necesitamos a los empresarios para vivir? Lo que realmente necesitamos son los productos, los "objetos" que los trabajadores producen y, ¿para tener esos "objetos" necesitamos a los empresarios? No, únicamente necesitamos a los trabajadores, que son quienes los producen físicamente, quienes saben producirlo. Algunos podrán objetar: "Hombre, sí, pero el empresario es quien pone todos los medios para que el trabajador pueda desarrollar su actividad, es quien pone las máquinas y demás mecanismos que hacen posible la producción. En definitiva, es quien pone el capital". Es cierto, es quien los pone, ¿pero quién fabrica todo ese capital?¿Quién construye físicamente todas esas máquinas y artilugios que hacen posible la producción? ¿El empresario? No; el trabajador. Es el trabajador quien realmente hace posible la producción. El papel desempeñado por el empresario no es más que el de un simple parásito que mantiene en una situación de explotación y alienación a los trabajadores. Los trabajadores podrían organizarse perfectamente en sus labores sin necesidad de vender su fuerza de trabajo, produciendo los "objetos" que necesitan no por el hecho de que les vayan a dar un "dinero X", sino por el hecho de que los necesitan para vivir. Los trabajadores se organizarían anárquicamente y las relaciones sociales ya no serían "dinero X" a cambio de "objeto 1" y si quieres tener "objeto 1" me das parte de tu "dinero X"; sino "objeto 1" a cambio de "objeto 2" (producto de un trabajador de otro tipo de producción). Sin necesidad de "dinero X".
Por eso en una sociedad anarquista el dinero no tendría ningún sentido, y por eso hoy en día (en la sociedad capitalista) la gente ve imposible la anarquía, porque el dinero tiene mucho sentido.
Al fin y al cabo, llegar a la anarquía no es crear un mundo nuevo, físicamente hablando, sino establecer un estilo de vida, un modo de vivir, donde se establezcan otro tipo de relaciones sociales basadas en la solidaridad y la cooperación, y no en la compra-venta. Pretender establecer una anarquía en el contexto sociocultural actual, con los valores y relaciones sociales actuales, es como pretender jugar al fútbol metiendo canasta, o como concebir un trozo de hierro hecho de madera, o un fuego que moja...Es del todo absurdo, no tiene sentido. Por eso, si se quiere llegar a la anarquía, lo primero que habría que hacer es concienciar a la gente, difundir la idea al máximo, de todas las formas posibles, haciendo algo así como "despertar" a la gente, haciéndoles ver que las relaciones de cooperación y solidaridad social son mejores que aquellas basadas en la compra-venta.

Recomiendo leer ésto, del blog de CNT-Enseñanza Madrid.

jueves, 22 de noviembre de 2007

LLEGAR A LA ANARQUÍA

Mucha gente dice que la anarquía (ese sistema de vida basado en la solidaridad y la cooperación con total ausencia de autoridad) hoy en día es imposible, ya que la sociedad es demasiado egoísta, cada hombre piensa demasiado en sí mismo sin tener en cuenta al prójimo.
Se podría decir que ese egoísmo que mancha a la sociedad se ha visto favorecido por el sistema económico actual, que busca el beneficio privado por encima del colectivo: el capitalismo. Es decir, somos egoístas por el hecho de vivir en el capitalismo.
No obstante, la cuestión también se puede plantear desde otro punto de vista: también se podría decir que el ser humano es egoísta por naturaleza, y prueba de ello es el sistema económico egoísta que ha construido, es decir, que vivimos en el capitalismo porque el ser humano es egoísta.
Para llegar a la anarquía, desde luego, hay que acabar con el egoísmo, y para acabar con el egoísmo se pueden hacer dos cosas dependiendo de cada uno de los dos puntos de vista antes citados:
Si somos egoístas por el hecho de vivir en el capitalismo, la solución está clara: lo que hay que eliminar es el capitalismo.
Pero si no somos egoístas por el hecho de vivir en el capitalismo, la cosa se complica, porque es posible que el egoísmo provenga de la propia naturaleza del ser humano, y para acabar con ese egoísmo sería necesario enfrentarse frontalmente a él, con la educación y la transmisión de ideas solidarias.
Si se quiere llegar a la anarquía, ¿qué se debe hacer?¿eliminar el capitalismo, o hacer por transmitir ideas basadas en la solidaridad y la cooperación social?...¿O las dos cosas?

martes, 20 de noviembre de 2007

MARIANO Y SU REFORMA FISCAL (II)

Paseando por Libertad Digital me he encontrado con ésto. ¡Ala, venga, puestos a ganarse al electorado nos lo ganamos bien!
O sea, que no sólo se van a bajar los impuestos a los trabajadores y pensionistas, sino que también se van a bajar a los que "ganen más de 16.000 euros". No sólo perdemos el dinero que recaudábamos de los impuestos de los trabajadores, sino que también vamos a perder el de los ricachones y empresarios (el que declaraban, claro). ¿Y qué pasa con las políticas sociales?
Libertad Digital lo explica diciendo que "cuanto más dinero hay en circulación -es decir, en el bolsillo de los ciudadanos- más aumenta el consumo y el empleo". Dan por hecho que cuando los ciudadanos tengan más dinero van a comprar más, lo que aumentará las arcas del Estado con el impuesto sobre el valor añadido, como si el grueso de la recaudación pública proviniera del IVA. ¿Y en qué sentido va a aumentar el empleo? Supongo que lo que Libertad Digital quiere decir es que los empresarios, al disponer de más dinero por no tener que pagar "tantos" impuestos, emprenderán nuevas aventuras empresariales abriendo factorías que darán empleo a un gran número de ciudadanos, lo que volverá a dar lugar a esas situaciones de control del trabajador por parte del empresario que he citado en otros artículos, haciéndose más sólida y firme la desigualdad y la polarización social.
"Según Acebes", dice Libertad Digital, "esta medida posibilitará, por un lado, un mayor dinamismo de la economía porque son los ciudadanos quienes, teniendo más dinero, pueden invertir". No contentos con dar por hecho que la gente va a comprar, también afirman que los ciudadanos "invertirán". No sé por qué me da que cuando Acebes piensa en "ciudadanos" debe estar teniendo presente en su mente la imagen de unos cuantos puretas podridos de pasta, y no la de madres que se levantan a las seis de la mañana para ir a trabajar, o la de hombres que se tragan diariamente un atasco antes de fichar en la oficina, o la de abuelos que pasean por las calles mirando obras porque no tienen nada que hacer, o la de niños que se destrozan la espalda llevando los pesados (y caros, por cierto) libros de texto.
Por último, Libertad Digital dice que "Acebes ha asegurado [...] que los ciudadanos “prefieren tener el dinero en sus bolsillos a que lo tenga el Gobierno para gastárselo en publicidad y propaganda” y ha hecho hincapié en los problemas de los españoles “para llegar a fin de mes”.
¡Dios mío!, ¡Claro que los ciudadanos "preferimos tener el dinero en nuestros bolsillos a que lo tenga el Gobierno para gastárselo en publicidad y propaganda"! La cuestión es que esperamos que el Gobierno tenga el dinero para hacer política social, que es lo que se espera del Gobierno. ¿O acaso usted, don Ángel Acebes, haría propaganda y publicidad con el dinero público en lugar de cuidar a los viejecitos? Y qué bueno es don Ángel, preocupándose por los problemas que los españoles tienen para llegar a fin de mes. No está nada mal que se preocupe por ello don Ángel, pero tampoco estaría de más que se traslade al momento en el que llegue un enfermo terminal al hospital pidiendo una cama libre y...¡oh sorpresa!...¡no hay camas libres porque no nos llega el presupuesto! Pero claro, usted en ese momento estará echando un partidito de pádel en algún club de campo rodeado de personas que pertenecen a ese sector social que prefiere mirar a la parte bella del jardín y evitar aquella horrenda y mal cuidada, en lugar de reparar ésta última y tener un jardín bello en su totalidad.
Recomiendo leer ésto.

lunes, 19 de noviembre de 2007

MARIANO Y SU REFORMA FISCAL

Si Rajoy gana las elecciones, suprimirá el pago del IRPF a aquellos trabajadores y pensionistas que ganen menos de 16.000 euros al año, lo que viene siendo unos 1.300 euros al mes. De llevarse realmente a cabo, ésta sería la mayor reforma fiscal de la democracia, que además, dice Rajoy, beneficiará a siete millones de trabajadores y pensionistas. ¡Qué bueno es Rajoy! ¡Preocupándose por los desheredados, por la clase obrera! ¡Pero un momento!, si siete millones de personas dejan de pagar el IRPF, habría una gran cantidad de dinero público que se perdería. ¿No ha pensado en éso el señor Rajoy? ¡Cachis!, ¡cómo se nota que vamos a un médico privado y no tenemos que soportar las largas listas de espera de la Seguridad Social, eh don Mariano! ¡Y cómo se nota que nuestros hijos van a un cole privado con toda clase de lujos apartado de barrios obreros donde la "chusma inmigrante" no molesta, eh don Mariano! ¡Y cómo se nota que no tenemos que sufrir las interminables mañanas en el metro de Madrid de avería en avería porque vamos en coche oficial, eh don Mariano!
¿Qué ocurrirá con la sanidad, el transporte y la educación públicos?, porque si no hay dinero público ya me dirá usted, don Mariano, cómo diablos nos las apañamos para mantener estos servicios a flote. ¡Ah espere, que tiene una solución! No me la diga todavía, que creo que la puedo sacar yo solito...¡PRIVATIZAR! Sí, ésa es la solución, si es que don Mariano piensa en todo.
Porque otra solución sería que los empresarios y demás ricachones de la sociedad apoquinaran lo que no apoquinan los siete millones de trabajadores "beneficiados" por esta majestuosa reforma fiscal, pero, como ya dije en un artículo anterior, ésto supondría la deslocalización de fábricas y demás puntos de producción a otros países donde la mano de obra es más barata y los empresarios pagan menos impuestos, por lo que muchos puestos de trabajo se irían al garete y ahí si que la habríamos fastidiado.
Así que sí, lo más seguro es que recortemos gasto público y privaticemos: habrá menos profesores de apoyo en las escuelas públicas (las pocas que queden, pues se privatizarán unas cuantas), las averías en el Metro serán aún más constantes al no haber fondos para mejorar las infraestructuras (¡ah, no, espera! que la gestión del Metro correrá a cargo de una empresa privada que se llenará los bolsillos con los impuestos de los ciudadanos), la sanidad pública será todavía más deprimente,...pero bueno, Mariano, a tí siempre te quedará tu coche oficial, el hipermegasupercolegio de tus peques y tu médico privado...en fin...
Por otra parte, la increíble reforma fiscal de Mariano puede ser un simple órdago de cara a las elecciones (como aquél que lanzó Zapatero del cheque-bebé), una medida populista más (como ésas de Chávez que Mariano tanto critica) que, tras haber ganado el PP las elecciones, pase a mejor vida. Es posible, pero dudoso, porque un político no promete algo si luego no lo va a cumplir...¿por qué iba a hacer éso?...¿sólo por estar en el poder?...

lunes, 12 de noviembre de 2007

DE QUIÉN DEPENDEMOS

Bajar los impuestos. Ésa es una de las medidas que los liberales promueven para que el país vaya bien. La defienden explicando una especie de cadena causa-efecto que dice algo así como que, si se bajan los impuestos, los empresarios invertirán con mayor asiduidad en España, lo que creará más puestos de trabajo entre la población. Al haber mayor número de población dentro del mercado laboral, mayor número de gente cotizará a la Seguridad Social y pagará impuestos, con lo que los fondos públicos aumentarán de manera considerable junto con el sistema de pensiones y demás prestaciones sociales. Además, con el aumento de fondos públicos, podrá mejorarse la calidad de los servicios públicos (sanidad, educación, transporte,...), y los ciudadanos gozarán de una vida digna de llevar.
Hasta aquí, me es difícil no estar de acuerdo con los liberales, pues esta cadena parece lógica y factible. El problema es la idea en la que esa cadena causa-efecto está basada: se contempla la inversión del empresario en España como un objetivo, ya que si no invierte, no hay trabajo; si no hay trabajo, no hay impuestos; si no hay impuestos, no hay fondos públicos; si no hay fondos públicos, no hay servicios públicos de calidad; y si no hay servicios públicos de calidad, la vida de los ciudadanos será desdichada. En definitiva, dependemos (los trabajadores directamente y los ciudadanos en general indirectamente) de los empresarios para vivir bien, y pienso que éso es lo que hay que corregir. Los trabajadores no deben depender de los empresarios, una persona no debe depender de otra exactamente igual, humanamente hablando. La existencia de una situación de dependencia del empresario por parte del trabajador lleva a un cierto control de la vida de éste por parte de aquél, la vida del trabajador es controlada por el empresario. Éso es lo que está mal y hay que corregir.
Además, la cadena antes mencionada también encuentra una contradicción: Aunque hubiera mucha gente dentro del mercado laboral, recaudándose así muchos impuestos, recordemos que los impuestos se habrían bajado, con lo que los fondos públicos no aumentarían de manera tan considerable y tampoco la calidad de los servicios públicos. Así, los ciudadanos no gozarían de una vida tan digna de llevar. Entonces, ¿qué tendría que pasar para que la gente pudiera disfrutar de unos servicios públicos en condiciones y, en definitiva, de una vida digna? Habría que subir los impuestos, ¡pero ojo!, ¡a los empresarios no!, que entonces dejan de invertir, deslocalizan, y se llevan a otra parte sus centros de producción con los puestos de trabajo incluidos. Habría que subírselos sólo a los trabajadores, pero así se llegaría a una gran contradicción: Los empresarios pagarían pocos impuestos y los trabajadores muchos, es decir, los ricos pagarían poco y los pobres pagarían mucho. ¿Es eso lo que queremos? Obviamente no. Entonces, ¿cómo hacemos para que tanto los trabajadores como los empresarios paguen pocos impuestos, pero la sociedad disfrute de unos servicios públicos en condiciones?, porque, con pocos impuestos, los fondos públicos serán insuficientes, se necesitará más dinero, y alguien tiene que ponerlo. ¿Y quién lo pone? ¡Los empresarios! De nuevo volvemos a depender de los empresarios (esta vez sólo como ciudadanos). Pero claro, los empresarios no son hermanitas de la caridad, no van a poner dinero de su bolsillo en un servicio público para no obtener beneficios a cambio. ¿Y de dónde sacan esos beneficios? Pues del dinero público empleado para financiar el servicio en cuestión. Los impuestos pagados por todos los contribuyentes, por todos los ciudadanos, van a parar al bolsillo del empresario. En vez de pagar todos los ciudadanos a los fondos públicos, obteniéndose beneficio público que puede ser empleado en nuevos proyectos de carácter público (dinero público para proyectos públicos); pagamos todos los ciudadanos a un empresario que obtiene beneficio privado que será empleado en otros proyectos de carácter privado donde la relación de dependencia y control del trabajador por parte del empresario volverá a tener lugar (dinero público para proyectos privados).

jueves, 1 de noviembre de 2007

JAQUE MATE


Ha ocurrido. Era inevitable, no podía suceder otra cosa. El fallo de la sentencia del 11-M ha pegado un repaso monumental a la llamada teoría de la conspiración.
Durante tres años y pico, determinados periodistas (y otros que no lo son) y políticos cercanos a la derecha, se han dedicado a sacar beneficio (económico unos, electoral otros) a base de criticar la labor de los encargados de llevar a cabo la investigación en torno al terrible atentado que sufrió la sociedad española aquel fatídico Jueves de marzo.
Primero, algunos tenían la "certeza moral" de que ETA estaba detrás del atentado. Quizá, el no reconocer que se trataba de un atentado islamista respondía a un cierto temor por perder las elecciones que se avecinaban, ya que, de ser un atentado de corte islamista, el electorado habría optado muy posiblemente por castigar al partido que estaba en el gobierno (y que tenía la citada "certeza moral") impidiéndole ganar las elecciones, pues habrían entendido el atentado como una respuesta contra España por su apoyo a Estados Unidos en la Guerra de Irak.
Cuando la teoría de la participación de ETA empezaba a desvanecerse por ser tan absurda, muchos voceros de dicha teoría fueron abandonando, y se enrocaron en otra teoría bastante más acojonante: la de las cloacas del Estado. Ya no había una implicación de ETA en el atentado, sino una conspiración, en la que estaban metidos miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, llevada a cabo desde "las cloacas del Estado" con el único fin de derrocar al partido en el gobierno y situar a otro para proceder a una progresiva destrucción de España a base de gestos como las "concesiones" a ETA, y otros más. Una especie de Golpe de Estado.
Da miedo, ¿verdad? Pues lo más grave de todo es que, a base de repetir y repetir mentiras en titulares manipulados haciéndolas pasar por verdades, los "conspiranoicos" han logrado calar en las mentes y los corazones de cierto sector de la sociedad (la mayoría afines al partido que perdió las elecciones) hasta tal punto que se ha creado un movimiento "cívico" conocido como "Peones Negros", una especie de plataforma ciudadana que mediante la práctica de repetir consignas como "Queremos saber", han pretendido presentarse en sociedad como los únicos que "de verdad" quieren saber qué pasó el 11 de Marzo de 2004, y el resto somos todos unos "golpistas" que "no quieren saber", porque apoyan la "versión oficial" que oculta deliberadamente la verdad a los españoles para que no se sepa qué pasó el 11-M. Se ha presentado todo como una especie de partida de ajedrez, en la que los buenos, los destinados a ganar, son los Peones Negros.
A las puertas del conocimiento de la sentencia, uno de los máximos responsables de la teoría de la conspiración (Luis del Pino) decía en su blog que "lo que verdaderamente me importa de la sentencia es ver qué pasa con todas y cada una de esas falsas pruebas que se nos presentaron a los españoles para construir la patraña con la que tender un manto de olvido y de silencio sobre la masacre del 11-M". Esas "falsas" pruebas a las que se refiere del Pino son una supuesta mochila (la mochila de Vallecas) plantada por "una mano negra" en una comisaría de Vallecas de cara a desviar la atención hacia una autoría islamista; una furgoneta (la Kangoo) plantada también y rellenada por la misma mano y con los mismos objetivos (los policías que la inspeccionaron dijeron que estaba vacía y se encontraron más de 60 evidencias, ésto dió coba a del Pino para afirmar que la Kangoo era una prueba falsa); además de otras. Pero sin duda, la teoría más estrambótica y bestial elaborada por este ¿señor? es esa que afirma que los suicidas de Leganés no son suicidas, sino personas asesinadas por no se sabe quién (de nuevo esa mano negra), cuyos cuerpos fueron congelados y colocados en el piso de Leganés a posteriori, de forma que cuando los GEO´s llegaron al piso los "supuestos suicidas" ya estaban muertos, ya los había "suicidado" alguien. De hecho, según Luis del Pino, no se hizo la autopsia a los cadáveres de Leganés.
Increíble, ¿no es así? Pues lo que la sentencia ha dicho sobre los efectos recogidos en la estación de El Pozo (entre los que estaba la mochila de Vallecas) es que "no hay indicio alguno de un deficiente control de los efectos que, en todo momento, estuvieron bajo custodia de funcionarios policiales determinados o fácilmente determinables, habiendo depuesto en la vista aquellos que fueron propuestos como testigos por las partes". Sentencia 65/2007 de la Audiencia Nacional (Juicio por el 11-M), Fundamento Jurídico III.3.2 (páginas 515 a 517). (http://peongris.blogspot.com/2007/11/la-sentencia-extractos-bsicos-ii.html)
Sobre la furgoneta Kangoo ha dicho que "las más de 60 evidencias que se encuentran son papeles, cartas, pequeños objetos como linternas, prendas menores, etc. que, desde luego, no contradicen siquiera la genérica y usual acepción que en el lenguaje ordinario significa que una furgoneta está vacía". Sentencia 65/2007 de la Audiencia Nacional (Juicio por el 11-M), Fundamento Jurídico III.2.3 (páginas 510 y 511). (http://peongris.blogspot.com/2007/11/la-sentencia-extractos-bsicos-i.html)
Y sobre los hechos acontecidos en Leganés y las declaraciones de algunas defensas ha dicho que "Como en muchas otras ocasiones a lo largo de este proceso, se aísla un dato -se descontextualiza- y se pretende dar la falsa impresión de que cualquier conclusión pende exclusivamente de él, obviando así la obligación de la valoración conjunta de los datos -prueba- que permita, mediante el razonamiento, llegar a una conclusión según las reglas de la lógica y la experiencia. Desde luego, hubo autopsia en sentido legal, se conoce la data y causa de la muerte, y no se aprecia infracción de norma jurídica alguna". Sentencia 65/2007 de la Audiencia Nacional (Juicio por el 11-M), Fundamento Jurídico I.2.1 (páginas 444 y 445). (http://peongris.blogspot.com/2007/11/la-setencia-extractos-bsicos-iii.html)
En definitiva, tres años y pico de calumnias e injurias contra mandos policiales, acusándoles de conspiración, golpe de Estado, ocultación de pruebas,...¿y todo para qué? Para que la sentencia produzca un coitus interruptus en todos esos peones negros que esperaban una condena que descubriera un supuesto golpe de Estado perpetrado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en complicidad con el partido que entonces estaba en la oposición. Como dijo alguien en un blog que cito abajo: lo que de verdad molestó a los conspiranoicos no fue el 11-M, sino el 14-M. Al final, blancas juegan y ganan. Jaque mate.