lunes, 19 de noviembre de 2007

MARIANO Y SU REFORMA FISCAL

Si Rajoy gana las elecciones, suprimirá el pago del IRPF a aquellos trabajadores y pensionistas que ganen menos de 16.000 euros al año, lo que viene siendo unos 1.300 euros al mes. De llevarse realmente a cabo, ésta sería la mayor reforma fiscal de la democracia, que además, dice Rajoy, beneficiará a siete millones de trabajadores y pensionistas. ¡Qué bueno es Rajoy! ¡Preocupándose por los desheredados, por la clase obrera! ¡Pero un momento!, si siete millones de personas dejan de pagar el IRPF, habría una gran cantidad de dinero público que se perdería. ¿No ha pensado en éso el señor Rajoy? ¡Cachis!, ¡cómo se nota que vamos a un médico privado y no tenemos que soportar las largas listas de espera de la Seguridad Social, eh don Mariano! ¡Y cómo se nota que nuestros hijos van a un cole privado con toda clase de lujos apartado de barrios obreros donde la "chusma inmigrante" no molesta, eh don Mariano! ¡Y cómo se nota que no tenemos que sufrir las interminables mañanas en el metro de Madrid de avería en avería porque vamos en coche oficial, eh don Mariano!
¿Qué ocurrirá con la sanidad, el transporte y la educación públicos?, porque si no hay dinero público ya me dirá usted, don Mariano, cómo diablos nos las apañamos para mantener estos servicios a flote. ¡Ah espere, que tiene una solución! No me la diga todavía, que creo que la puedo sacar yo solito...¡PRIVATIZAR! Sí, ésa es la solución, si es que don Mariano piensa en todo.
Porque otra solución sería que los empresarios y demás ricachones de la sociedad apoquinaran lo que no apoquinan los siete millones de trabajadores "beneficiados" por esta majestuosa reforma fiscal, pero, como ya dije en un artículo anterior, ésto supondría la deslocalización de fábricas y demás puntos de producción a otros países donde la mano de obra es más barata y los empresarios pagan menos impuestos, por lo que muchos puestos de trabajo se irían al garete y ahí si que la habríamos fastidiado.
Así que sí, lo más seguro es que recortemos gasto público y privaticemos: habrá menos profesores de apoyo en las escuelas públicas (las pocas que queden, pues se privatizarán unas cuantas), las averías en el Metro serán aún más constantes al no haber fondos para mejorar las infraestructuras (¡ah, no, espera! que la gestión del Metro correrá a cargo de una empresa privada que se llenará los bolsillos con los impuestos de los ciudadanos), la sanidad pública será todavía más deprimente,...pero bueno, Mariano, a tí siempre te quedará tu coche oficial, el hipermegasupercolegio de tus peques y tu médico privado...en fin...
Por otra parte, la increíble reforma fiscal de Mariano puede ser un simple órdago de cara a las elecciones (como aquél que lanzó Zapatero del cheque-bebé), una medida populista más (como ésas de Chávez que Mariano tanto critica) que, tras haber ganado el PP las elecciones, pase a mejor vida. Es posible, pero dudoso, porque un político no promete algo si luego no lo va a cumplir...¿por qué iba a hacer éso?...¿sólo por estar en el poder?...

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