El fenómeno de la profecía que se autocumple consiste en decir algo que es mentira, pero que sólo por el hecho de decirlo ya se convierte en verdad. Es decir, que la definición falsa de una situación genera un comportamiento que convierte a esa misma situación en verdadera.
Por ejemplo, si un hombre va al banco y dice que el banco va a dejar de prestar dinero a sus clientes (algo que, en principio no tiene por qué ser verdadero, ya que hasta ese momento el banco ha estado prestando dinero con normalidad), los clientes irán corriendo a retirar el dinero de sus cuentas, y el banco, efectivamente, se quedará sin dinero que prestar a sus clientes. Este sería un caso de profecía que se autocumple, pues un hecho falso (que el banco no tiene dinero) se convierte en verdad sólo por el hecho de mencionarlo.
Estos días hemos tenido noticia de la persecución judicial y detención de algunos miembros de dos organizaciones políticas abertzales: Democracia Hiru Milioi (D3M) y Askatasuna. ¿Cuál es el argumento esgrimido para actuar contra dichas marcas electorales? El de siempre: colaboración con organización terrorista, o relación con Batasuna, o relación con ETA. En definitiva, que D3M y Askatasuna merecen ser perseguidas judicialmente porque, al igual que ETA, también son terroristas. Y es que este afán del Estado español por llamar “terrorista” a todo aquel que posea un ápice de abertzalismo puede volverse en su contra precisamente por el fenómeno explicado más arriba: la profecía que se autocumple.
Pensemos por un momento en lo que se les puede estar pasando por la cabeza a los detenidos en los últimos días por el juez Garzón. “Pretendo participar en política de forma democrática, presentando candidaturas que coincidan con mis ideales de independencia y socialismo, y cuando lo hago me ilegalizan, me detienen y me impiden participar en esas elecciones. ¿Qué hago? Si no puedo emplear la vía democrática, tendré que hacer uso de otras vías”. Y esas otras vías, en mi opinión, no veo por qué no podrían ser la lucha armada. Es decir, a un ciudadano que pretende presentarse a las elecciones se le acusa de terrorista sin que jamás haya tocado un arma y se le impide hacer política. En vista de lo cual, ese mismo ciudadano decide hacer política por otros medios, como por ejemplo la lucha armada, convirtiéndose así en terrorista. Estaríamos, pues, ante un caso clarísimo de profecía que se autocumple porque, ante la descripción falsa de una realidad (tal ciudadano es un terrorista), se generan unos comportamientos (la toma de armas) que convierten a esa misma realidad en verdadera (tal ciudadano es, efectivamente, un terrorista).
Otra de las cosas que me ha llamado la atención con todo esto es este artículo de Libertad Digital, en el que se dice literalmente que “las listas de Askatasuna que publica este miércoles el Boletín Oficial del País Vasco (BOPV) están conformadas por candidatos limpios”, incluso se da una lista detallada de los candidatos limpios de Askatasuna. Digo yo que, si esos candidatos están “limpios”, es que se pueden presentar a las elecciones sin ningún problema, por lo que no hay necesidad de perseguirles.
Por ejemplo, si un hombre va al banco y dice que el banco va a dejar de prestar dinero a sus clientes (algo que, en principio no tiene por qué ser verdadero, ya que hasta ese momento el banco ha estado prestando dinero con normalidad), los clientes irán corriendo a retirar el dinero de sus cuentas, y el banco, efectivamente, se quedará sin dinero que prestar a sus clientes. Este sería un caso de profecía que se autocumple, pues un hecho falso (que el banco no tiene dinero) se convierte en verdad sólo por el hecho de mencionarlo.
Estos días hemos tenido noticia de la persecución judicial y detención de algunos miembros de dos organizaciones políticas abertzales: Democracia Hiru Milioi (D3M) y Askatasuna. ¿Cuál es el argumento esgrimido para actuar contra dichas marcas electorales? El de siempre: colaboración con organización terrorista, o relación con Batasuna, o relación con ETA. En definitiva, que D3M y Askatasuna merecen ser perseguidas judicialmente porque, al igual que ETA, también son terroristas. Y es que este afán del Estado español por llamar “terrorista” a todo aquel que posea un ápice de abertzalismo puede volverse en su contra precisamente por el fenómeno explicado más arriba: la profecía que se autocumple.
Pensemos por un momento en lo que se les puede estar pasando por la cabeza a los detenidos en los últimos días por el juez Garzón. “Pretendo participar en política de forma democrática, presentando candidaturas que coincidan con mis ideales de independencia y socialismo, y cuando lo hago me ilegalizan, me detienen y me impiden participar en esas elecciones. ¿Qué hago? Si no puedo emplear la vía democrática, tendré que hacer uso de otras vías”. Y esas otras vías, en mi opinión, no veo por qué no podrían ser la lucha armada. Es decir, a un ciudadano que pretende presentarse a las elecciones se le acusa de terrorista sin que jamás haya tocado un arma y se le impide hacer política. En vista de lo cual, ese mismo ciudadano decide hacer política por otros medios, como por ejemplo la lucha armada, convirtiéndose así en terrorista. Estaríamos, pues, ante un caso clarísimo de profecía que se autocumple porque, ante la descripción falsa de una realidad (tal ciudadano es un terrorista), se generan unos comportamientos (la toma de armas) que convierten a esa misma realidad en verdadera (tal ciudadano es, efectivamente, un terrorista).
Otra de las cosas que me ha llamado la atención con todo esto es este artículo de Libertad Digital, en el que se dice literalmente que “las listas de Askatasuna que publica este miércoles el Boletín Oficial del País Vasco (BOPV) están conformadas por candidatos limpios”, incluso se da una lista detallada de los candidatos limpios de Askatasuna. Digo yo que, si esos candidatos están “limpios”, es que se pueden presentar a las elecciones sin ningún problema, por lo que no hay necesidad de perseguirles.
Pero bueno, quizá todo esto ayude a que, cada vez más, el Estado español y su ejército de periodistas se vayan quitando la careta de enemigos del terrorismo y se vaya viendo su verdadera cara: la cara putrefacta de alguien que persigue y encarcela ideas, esa misma cara que, al fin y al cabo, es la primera causa del terrorismo de ETA.
A ningún partido le interesa promover unas ideas que promueven el separatismo, más que nada por la que se le vendría encima. No prohiben los partidos de extrema derecha porque su violencia les antiseparatista les viene muy bien, aparte de que prohibir esas ideologías sería muy antidemocrático.
ResponderEliminarYo ya he criticado dichas actuaciones en mi blog.
ResponderEliminarEs la pescadilla que se muerde la cola teóricamente intentan eliminar el terrorismo pero a su vez les interesa para que todo partido obrero que esté en contra de la constitución pueda ser ilegalizado (ley de partidos) lo que provoca que continue el terrorismo con el que pueden excusarse para usar la ley de partidos.
Muy buen blog, sigue escribiendo