domingo, 12 de octubre de 2008

DAR PROPINA


Cuando vamos a la panadería a comprar el pan, y el panadero nos lo da, no le damos luego una propina por los servicios prestados. Del mismo modo, cuando compramos una casa, no les damos propina a los albañiles que la han construido, ni se la damos a los profesores que nos enseñan en el cole. Sin embargo, cuando vamos a un bar a tomarnos una caña, sí que le dejamos una propina al camarero. ¿Por qué? ¿Por qué va a ser mejor el camarero que el albañil o el profesor? ¿Por qué al camarero sí hay que darle propina y al profesor o al panadero no? Precisamente por esto hay gente que se muestra en contra de dar propina en los bares, porque si no se la damos a los ingenieros, conductores de autobús o dependientes en tiendas de ropa, ¿por qué se la íbamos a dar a los camareros?

Yo creo que tengo la respuesta a esta cuestión, yo sé por qué se les da propina a los camareros y no a otros currantes igualmente dignos. El quid de la cuestión está en el tipo de ejercicio que supone ser camarero. Un camarero hace algo que no hacen ni el panadero, ni el ingeniero, ni el albañil: un camarero te está sirviendo a ti personalmente (en el sentido de ser un “siervo”). Analiza la situación: tú estás sentado en una mesa, charlando con tus colegas, y le ordenas a un chico que te traiga una caña. En cierto modo, le estás mandando, como si tuvieses algún tipo de poder sobre él. Digamos que, mientras que la profesión de panadero consiste exclusivamente en abastecer de pan a todo aquél que venga a pedírtelo a cambio de un precio, la profesión de camarero es bastante más humillante precisamente por lo que estoy diciendo, es tratado como una especie de esclavo: “Tráeme una caña, yo una Coca-cola, y yo una jarra”. Además, mientras que en el caso del panadero, ingeniero o albañil, eres tú el que acude a él a que te dé pan, te construya un puente o te construya una casa; en el caso del camarero es él el que acude a ti a preguntarte lo que quieres para traértelo. Porque luego también están los camareros de discoteca, a los que acudes tú a pedirles el cubata, pero si te fijas, a éstos no se les deja propina (yo al menos no he visto que se les deje). Este hecho, el que sea él quién acuda a ti a servirte, no hace sino reforzar su condición de “esclavo”, lo que hace todavía más humillante su trabajo. Es decir, el hecho de ejercer una profesión que recuerde a los tiempos de la esclavitud, en el que uno ordena y el otro obedece sin más, o en el que uno hace el trabajo que podría hacer el otro perfectamente, hace que ésta sea digna de recibir propina, como ocurre en el caso de los camareros.

Pero si nos ponemos a pensarlo un poco más, veremos que no sólo a los camareros les dejamos propinas. ¿Qué otras profesiones que nos recuerdan la figura del esclavo, la figura de alguien que hace el trabajo que podría hacer otro perfectamente, o que hace el trabajo obedeciendo una especie de orden, existen? Ahora mismo me vienen dos a la cabeza: el botones de un hotel y el que te trae la compra a domicilio. Ambos, al igual que el camarero, nos están sirviendo a nosotros personalmente. Por eso ambos, al igual que el camarero, reciben propinas.


PD: En la sección de VÍDEOS Y DOCUMENTALES he colgado el vídeo de CNT, un año de lucha, un documental proyectado en las jornadas del Otoño Libertario 08 que se están celebrando ahora en el sindicato, el cual muestra los distintos conflictos que la CNT ha ido enfrentando a lo largo de este año 2008.
También, en la sección de RADIOS LIBRES he colgado un link a la web de Radio ELA.

2 comentarios:

  1. Es cuánto menos curioso lo que has propuesto sobre el hecho de dejar propinas a unos y a otros no. Imagino que debe haber alguna cosa lejana por la que exista esa tradición. Me has picado y buscaré a ver si por casualidad encuentro algo :D

    Salut xiquet.

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  2. No tiene logica lo que has expuesto. Que el te sirve a ti? Que es un "esclavo"? Si no le gusta su trabajo que lo deje. Si te parece vas tu al restaurante y entras en la cocina y le dices lo que quieres para comer y lo mismo en la barra, vas y le dices ponme esto o lo otro. Ah y no te olvides de decir en cocina que te llamen por megafono para recoger tu comida :D. Totalmente desacuerdo con todo lo que has escrito y eso que yo trabajo de camarero. Parece que estamos obligados a dar propina desde que entras en el restaurante da pena.

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