lunes, 28 de abril de 2008

REFLEXIÓN EN TORNO A LAS DROGAS

Como defensor de la libertad individual que me considero, siempre me he mostrado a favor de la legalización de las drogas. Como ya dije en otra entrada, no creo que por el hecho de que las drogas se pongan a la venta, la gente vaya a consumirlas más de lo que ya las consume. ¿Que tu quieres consumirlas aún sabiendo que te pueden perjudicar? Es tu problema, no el mío, y por lo tanto no seré yo quien te prohíba que las consumas. En este sentido, el consumo de drogas puede contemplarse como algo que es cosa de cada uno, como algo que queda relegado a la decisión de cada cual y en lo que ni el Estado ni ningún tipo de institución tiene por qué tener derecho a intervenir.

Ahora bien, el otro día tuve conocimiento de una opinión que me hizo replantearme esta posición. Efectivamente, las drogas perjudican única y exclusivamente a quien las consume, al menos directamente. Pero indirectamente también perjudica a alguien más, aparte de quien las toma. Imaginemos que, en una hipotética sociedad con las drogas legalizadas, voy conduciendo con mi familia en el coche y me cruzo con un loco al volante que va puesto de todo tipo de drogas, el cual carece absolutamente de reflejos y se empotra contra mí, matando a uno de mis hijos y dejando a mi mujer tetrapléjica, sin poder volver a levantarse de la silla de ruedas. Yo no he tomado ninguna droga, pero desde luego que no se puede decir que no me he visto perjudicado por ellas. Quizá, si las drogas que tomó el loco al volante fuesen ilegales, éste no las habría conseguido, y ahora mismo podría estar abrazando a mi mujer y a mi hijo, pero las drogas que tomó eran legales, y pudo adquirirlas con total facilidad. Por eso ahora estoy como estoy.

Vemos entonces que, según este caso, el consumo de drogas no es algo que deba quedar necesariamente relegado al ámbito privado, pues es algo que nos afecta a todos los miembros de la sociedad, a todos los ciudadanos, por lo que quizá el Estado sí que debiera tomar cartas en el asunto. Pero claro, si aceptamos que el hecho de que las drogas se pongan a la venta de forma legal no va a incrementar el número de drogadictos en absoluto, no deberíamos establecer una relación directa entre la desgracia que padeciésemos a manos de un "drogadicto legal" y la puesta a la venta de drogas. Además, en la sociedad actual, con drogas ilegalizadas, seguimos viendo esas desgracias que nos hemos imaginado en una hipotética sociedad con drogas legalizadas, por lo que el temor a ser víctimas de un drogadicto en una sociedad con drogas legalizadas no debe ser mayor al que podemos padecer en la sociedad actual de drogas ilegalizadas.

Por otra parte, cabría decirle al que piensa que las drogas deben ser ilegalizadas por el Estado debido a las razones ya expuestas que, puestos a ilegalizar drogas, ¿por qué no ilegalizar también el alcohol? Quizá, a nivel de degradación física, el alcohol tiene mucho que envidiar a la heroína y la cocaína, pero para el caso que nos preocupa (en este caso un accidente provocado por un conductor drogado), que afecta al conjunto de la sociedad y no sólo al consumidor de la droga en cuestión, no parece que exista una razón coherente para no ilegalizar también el alcohol, porque tendría los mismos efectos que la cocaína o la heroína. Ilegalicémoslo pues.

He de añadir que, cuando digo que la venta legal de drogas no aumentaría el número de consumidores, estoy obviando la actividad publicitaria que podría llevarse a cabo para estimular la venta de drogas. Evidentemente, en el momento en que se desarrollasen campañas publicitarias anunciando distintos tipos de drogas e incitando a su consumo, el índice de consumidores no sólo aumentaría; sino que se dispararía hasta alcanzar cotas inimaginables. Con esto, lo que podemos deducir es que el hecho de que las drogas se pongan a la venta no tiene por qué ser un problema, sino que el problema viene cuando ponemos a la venta las drogas en unas condiciones sociales capitalistas. Es en el capitalismo donde la puesta a la venta de las drogas tiene un peligro descomunal, pero no es la venta de drogas en sí lo peligroso.

1 comentario:

  1. Uy, tema complicaíllo este. Yo no sé si llegaría a legalizar las drogas del todo, dependería de varias cosas. Si mira lo que pasa estando (i)legalizadas, imagínate entonces...de todas formas, no me parece muy ético un chaval de 15 años comprando cocaína :S (que ya lo hacen, pero bueno)

    Creo que el ejemplo que has puesto ha sido bastante ilustrativo...que ilegalicen el tabaco y el alcohol también, carajo! ¿Cuántos accidentes hay por culpa de ir borracho? ¿Cuánta gente muere por ser fumadora pasiva? ¬¬

    Earthly.

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