La semana pasada se celebró la gala de Miss y Mister España. Los que me conozcan personalmente, o simplemente me hayan leído alguna vez en este blog, se imaginarán cuál es mi opinión respecto a este tema.
Atrás quedaron los días en los que se premiaba a aquel que inventaba una bombilla de larga duración, o a aquel que diseñaba un motor de bajo consumo, o aquel que descubría una cura para alguna enfermedad. Ya no importa que seas toda una máquina en salto de altura, o que seas capaz de nadar rapidísimo a todos los estilos habidos y por haber. En definitiva, no importa que consigas un logro gracias al esfuerzo, a la constancia y a la lucha, sino que lo que importa es que tengas una cualidad que el resto no tiene, aunque no hayas tenido que pelear una mierda por conseguir dicha cualidad y hayas nacido con ella.
Es deleznable que se le dé un premio a alguien por el simple hecho de ser guapo. ¡¿Qué mérito tiene eso?! Es como si te dan un premio por el hecho de ser rubio, o por el hecho de tener los ojos marrones. Es del todo estúpido y absurdo que se reconozca como un logro algo con lo que ya se nace. Habrá quien me diga que, bueno, si una tía es mazo de fea y putrefacta, y luego con el tiempo se pone mejor y adquiere un aspecto más saludable gracias a una ortodoncia, una liposucción y un corte de pelo ultra-fashion, su mérito tendrá. Yo digo que, hombre, en todo caso el mérito sería del dentista, del cirujano y del peluquero que le atienden, pero en ningún caso de ella. ¡Que le den el premio al cirujano!
Pero desde luego, una de las cosas que me parecen más graves de esta última gala es el hecho de que nuestra miss ¡ayer mismo cumplió los 18 añitos!. O sea, que cuando le dieron el "merecido" premio era una puta niñata. Bueno, qué coño, y supongo que lo seguirá siendo, porque en una semana no creo que haya madurado demasiado. Y eso sumado a que no estamos hablando de una persona cualquiera que se puede culturizar leyendo libros, sino de una miss...
En fin, Patricia, felicidades por tus 18 años, espero que te aproveche el premio y que no te canses demasiado "trabajando", que eso de acudir de una fiesta a otra con la jet-set farlopera y llevar una corona que parece la valla de un cementerio tiene que cansar la ostia. Por no hablar de que tú, al contrario que los chavales de tu edad, no vagueas haciendo lo que hacemos todos los vagos de tu edad: ESTUDIAR. Tú seguirás con la durísima vida de miss, y yo seguiré aquí, haciendo el vago, preparándome la carrera, haciéndome a la idea de que me espera una mierda de futuro en un mercado laboral que poco tiene de bonito (o al menos no es tan bonito como tú, Patricia) y currando los veranos para sacarme un dinerillo. Pero bueno, supongo que me lo merezco ¿no?, pues si lo quería era llevar el mismo nivel de vida que tú, me hubiese bastado con haber nacido guapo...¡Ah!, ¡Se siente!
PD: Los feos. ¿Aún queda sitio en este mundo para nosotros?
Clásico vídeo aquí.
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